La reciente designación de Karoll Elyana Paredes Zacarías como gobernadora del departamento de El Progreso ha encendido el debate político en Guatemala, no solo por su historial político y profesional, sino también por sus vínculos con figuras clave en el sector empresarial y gubernamental. Esta conexión pone en relieve las complejas relaciones entre la política, el empresariado y la administración pública en el país.
Karoll Elyana Paredes Zacarías, conocida por su trayectoria política con el partido AZUL y por su candidatura a la alcaldía, ha sido nombrada gobernadora del departamento de El Progreso. Paredes Zacarías, que también ha trabajado en los gobiernos de Jimmy Morales y Alejandro Giammattei, mantiene una relación cercana con la actual Ministra de Comunicaciones, Jazmín de la Vega. Esta última, antes de su cargo ministerial, fue representante de HSE Constructores, parte del conglomerado de Cementos Novella, conocido por su marca Cementos Progreso.
La relación laboral pasada de Paredes Zacarías con HSE Constructores durante la dirección de De la Vega y el apoyo recibido de la actual ministra durante su campaña a la alcaldía, son hechos que ahora cobran relevancia tras su nombramiento como gobernadora. Esta situación sugiere que el nombramiento podría tener como objetivo favorecer a determinados grupos empresariales, específicamente a Cementos Novella, en el departamento de El Progreso.
Este hecho ha generado críticas y preocupaciones sobre la influencia de intereses empresariales en las decisiones políticas y administrativas del país. La designación de Karoll Paredes por parte del Presidente Bernardo Arévalo es vista por algunos sectores como una muestra de la negociación de cargos públicos con partidos políticos y grupos empresariales, lo que plantea interrogantes sobre la transparencia y el beneficio público de estas decisiones.
