El Presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, junto con la Vicepresidenta Karin Herrera, ha presentado un informe sobre los logros y desafíos de los primeros 100 días de su administración. La presentación tuvo lugar en un evento público frente al edificio del Ministerio de Gobernación en la zona 1 de la capital, donde se desplegó un fuerte operativo de seguridad y contó con la presencia de todo el gabinete de gobierno y miembros del Congreso.
Durante el evento, se enfatizó la colaboración entre el ejecutivo y el legislativo, particularmente con la junta directiva del Congreso, que ha sido un aliado clave en la promoción de la agenda del gobierno. Carlos Mendoza Alvarado, de Segeplan, presentó la Política General de Gobierno, destacando la inclusión de los pueblos indígenas en la toma de decisiones y delineando los planes estratégicos para los próximos cuatro años.
El presidente Arévalo destacó importantes avances en la lucha contra la corrupción, con 34 denuncias presentadas y la eliminación de 1,300 plazas innecesarias en los ministerios. Además, reiteró su compromiso con la destitución legal de la Fiscal General, María Consuelo Porras, y subrayó la importancia de la seguridad ciudadana, indicando esfuerzos significativos en el combate contra las redes de extorsión.
La cooperación internacional también fue un punto clave, con Arévalo mencionando el apoyo de Estados Unidos y la Unión Europea en la lucha contra la corrupción y el fortalecimiento de la democracia. En el ámbito educativo y de salud, se destacaron las mejoras en la distribución de recursos y el apoyo a infraestructuras afectadas por la corrupción.
El evento no solo sirvió para informar sobre los logros del gobierno, sino también para consolidar el apoyo entre los poderes del Estado y la ciudadanía. El llamado del presidente a la unidad y colaboración entre el ejecutivo y el legislativo es un reflejo de los desafíos pendientes, incluyendo la elección de magistrados y la aprobación de leyes cruciales como la Ley de Competencia y Ley Electoral.
Finalmente, el anuncio de la reducción del salario del presidente y la vicepresidenta en un 25% simboliza un compromiso con la austeridad y la responsabilidad fiscal, aunque quedan dudas sobre los detalles de esta reducción.
