El Presidente Bernardo Arévalo anunció la destitución de María José Iturbide como Ministra de Ambiente. La decisión se fundamenta en el uso indebido de vehículos oficiales, un acto que contradice las políticas de austeridad de la actual administración.
Posterior a esta acción, el Presidente Arévalo ha dado instrucciones precisas a la Comisión contra la Corrupción para el establecimiento de directrices que aseguren el uso adecuado y eficiente de los recursos públicos. Sin embargo, la salida de Iturbide del Ministerio de Ambiente ha generado opiniones divididas entre analistas políticos y la ciudadanía, especialmente en las plataformas de redes sociales. Existe una corriente de opinión que argumenta la necesidad de una denuncia formal por el mal uso de los bienes del estado por lo que se considera que el Presidente estaría cometiendo el delito de omisión de denuncia. El comunicado oficial del gobierno, que agradece a Iturbide por su gestión, ha sido recibido con escepticismo por algunos sectores que esperaban una postura más crítica hacia las acciones que motivaron su destitución.