La reciente suspensión del curso para kaibiles de este semestre ha generado controversia, tras la decisión del presidente Bernardo Arévalo de implementar una cuota de mujeres graduadas en esta unidad élite del ejército guatemalteco. Esta medida ha provocado un debate sobre los estándares de admisión y las implicaciones de las políticas de género en las fuerzas armadas.
Históricamente, el curso Kaibil se ha caracterizado por sus rigurosas pruebas físicas y psicológicas, diseñadas para seleccionar a los candidatos más capacitados, nunca ha contado con mujeres graduadas debido a las exigentes pruebas de selección. La demanda del presidente Arévalo de garantizar una cuota de mujeres graduadas ha llevado a una pausa en el programa, mientras se revisan y ajustan los criterios de selección para facilitar la inclusión femenina.
El Coronel Téllez, portavoz de la institución, confirmó en declaraciones exclusivas a nuestro medio que la suspensión de las pruebas de ingreso fue provocada por el agravamiento de los incendios forestales y por operaciones en curso en la frontera con México. Detalló que las pruebas no se concluyeron y que, los mismos candidatos retomarán el proceso de selección el próximo semestre.
Asimismo, al ser consultado sobre la participación femenina en dichas pruebas, el Coronel Téllez reveló que seis mujeres fueron parte de este proceso. Añadió que la inclusión de mujeres se ha implementado siguiendo una directiva del Ministro, asegurando que ellas enfrentan las mismas condiciones y exigencias que sus contrapartes masculinas.
Ex miembros de la unidad Kaibil han expresado que las pruebas no buscan discriminar por género, sino asegurar la preparación y seguridad de los candidatos, así como la eficacia de la unidad en operaciones de alto riesgo. La exigencia de una cuota de género por parte del presidente ha sido interpretada por algunos como una forma de promover la ideología de género más que de abrir oportunidades equitativas para las mujeres en el ejército.
Fuentes cercanas al ejército indican que los cambios propuestos podrían incluir una modificación en el nivel de dificultad de las pruebas de ingreso. Esta situación ha levantado preocupaciones entre exmiembros de los Kaibiles, quienes argumentan que dichas modificaciones podrían comprometer la integridad y la eficacia de la unidad, conocida por su alta preparación y desempeño en operaciones críticas.