Cuba desarticuló un “plan terrorista, organizado y financiado desde Estados Unidos”, anunció el Ministerio del Interior en un comunicado publicado el domingo en el diario estatal Granma.
Según ese comunicado de prensa, la investigación, llevada a cabo por los “cuerpos especializados” del Ministerio del Interior, condujo a la detención de un hombre identificado como Ardenys García Álvarez, “el principal ejecutor de estas acciones, gestadas en territorio estadounidense”.
García Álvarez “penetró ilegalmente a Cuba por vía marítima e ingresó armas de fuego y municiones como parte de un nuevo plan de reclutamiento para ejecutar acciones violentas en nuestro país”, señala.
Según la misma fuente, el acusado emigró ilegalmente a Estados Unidos en 2014.
La investigación del Ministerio del Interior “evitó la concreción de los planes diseñados, dirigidos y financiados, una vez más, desde los Estados Unidos”, concluye el texto.
En diciembre, Cuba publicó por primera vez una “Lista Nacional de Terroristas” que incluía varias decenas de personas y organizaciones a las que La Habana acusa de estar vinculadas a “actos de terrorismo”.
Todas se hallan fuera de la isla y la mayoría en Estados Unidos.
Entre ellas se encuentran personas acusadas por La Habana de estar involucradas en una serie de atentados con bombas en hoteles de la capital en 1997 o en atentados fallidos contra el exlíder Fidel Castro (1926-2016) entre 1991 y 2001.
En mayo, Washington eliminó a Cuba de su lista de países que no cooperan plenamente en la lucha contra el terrorismo, pero la isla continúa en la lista negra estadounidense de países que apoyan el terrorismo, que comprende también a Irán, Corea del Norte y Siria.
En 1962, Estados Unidos impuso un embargo comercial y financiero a Cuba que se vio acrecentado bajo la presidencia del republicano Donald Trump (2017-2021), que reincorporó a la isla a esta lista negra.
El gobierno cubano denuncia periódicamente una decisión “arbitraria” que obstaculiza los flujos financieros y las inversiones en la isla.
