Durante la sesión extraordinaria del Congreso de la República, se presentó una nueva solicitud de interpelación al ministro de Comunicaciones, Félix Alvarado, debido al deplorable estado de la red vial, la falta de acciones para resolver emergencias y la falta de respeto a un diputado. La solicitud, apoyada por 26 diputados, es la más numerosa en la presente legislatura.
El ministro de Comunicaciones, Félix Alvarado, enfrenta una nueva solicitud de interpelación en el Congreso de la República, en respuesta a una serie de quejas y preocupaciones por parte de los legisladores y la ciudadanía. Esta solicitud, presentada por 26 diputados, marca un hito como la más numerosa de la presente legislatura, reflejando un creciente descontento con la gestión del ministro.
El deplorable estado de la red vial del país y la falta de acciones efectivas para atender emergencias viales han sido temas recurrentes de crítica hacia el ministro Alvarado. Además, su comportamiento reciente ha exacerbado las tensiones. El diputado Byron Rodríguez intentó abordar al ministro Alvarado tras una citación en la Comisión de Finanzas para discutir la falta de atención a una solicitud de los pobladores de Quetzaltenango sobre un tramo carretero en malas condiciones. Sin embargo, el ministro optó por salir apresuradamente del Congreso, ignorando al diputado y la solicitud de la comunidad afectada.
Durante la citación en la Comisión de Finanzas, el ministro Alvarado y su equipo no lograron convencer a los diputados sobre la justificación del monto solicitado para la ampliación presupuestaria ni sobre los proyectos específicos en los que se invertirían estos fondos. La falta de previsiones para nuevos proyectos y el mantenimiento de la infraestructura vial para el próximo año fueron puntos críticos que quedaron sin respuestas satisfactorias.
Otro tema que impulsó la solicitud de interpelación fue la controvertida adjudicación del proyecto de reparación de la autopista Palín Escuintla. Este proyecto, valuado en Q105 millones, fue adjudicado en menos de 30 minutos, generando serias dudas sobre la transparencia del proceso. Ante la presión y las críticas, el Ministerio de Comunicaciones dio marcha atrás en la adjudicación, pero el daño a la credibilidad ya estaba hecho.
El ministro Alvarado ha sido criticado por no atender citaciones al Congreso, excepto aquellas relacionadas con la ampliación presupuestaria. Este comportamiento ha sido percibido como una falta de respeto hacia los diputados y, por extensión, hacia los ciudadanos a quienes representan.
