El expresidente Evo Morales y varios miles de sus partidarios comenzaron este martes una marcha en contra de su exaliado el mandatario izquierdista Luis Arce, por una ruta de 190 kilómetros hasta La Paz, mientras el gobierno insistió de afanes conspirativos.
La caminata de más de 5.000 personas busca denunciar al gobierno de Arce, al que acusan de usar los poderes Judicial y Electoral para frenar la candidatura de Morales para las elecciones de agosto de 2025. También critican la crisis económica que se manifiesta en la escasez de dólares y combustibles.
“Lamentablemente nos abandonó el presidente (Arce) y vicepresidente (David Choquehuanca), nos traicionó, de paso mala gestión y corrupción”, dijo Morales en un discurso al comenzar la caminata.
La manifestación de protesta arrancó en el poblado de Caracollo, en el departamento de Oruro, sur de La Paz, y estima llegar a La Paz, sede de los poderes Ejecutivo y Legislativo el próximo lunes.
Con Morales a la cabeza de Morales, los manifestantes caminan portando banderas bolivianas, rojo, amarillo y verde; “wiphalas”, el ajedrezado y multicolor símbolo de los indígenas; y del Movimiento Al Socialismo (MAS) de color azul, negro y blanco.
Morales (2006-2019) acusa a Arce de bloquear su candidatura presidencial, para que el presidente sea el único postulante por el oficialismo, aunque Arce aún no dijo si irá a la reelección.
El gobierno sostiene que Morales está inhabilitado, pues la Constitución no permite la reelección más allá de dos gestiones presidenciales continuas, aunque el exjefe de Estado insiste en que no hay tal prohibición.
En su marcha, los manifestantes expresaron recurrentes estribillos: “Urgente, Evo presidente”, “Lucho (Luis Arce), el pueblo está emputado (enojado)”.
También cumplieron una ceremonia religiosa, con la realización de la “wajta” o la quema de diferentes productos como dulces y raíces en una hoguera, para pedir la bendición de la “Pachamama”, la diosa aymara Madre-Tierra.
Arce acusó a Morales de iniciar la marcha y apoyar un bloqueo indígena de caminos, como parte de un “intento de golpe de Estado”.
El lunes comenzaron cinco cortes en vías que comunican la ciudad de La Paz con el Lago Titicaca que comparten Bolivia y Perú. Los indígenas cuestionan al gobierno de Arce por no resolver la crisis económica.