“Si alguien le disparara a Trump, yo sería el primero en saltar y tratar de entrar en la línea de fuego para salvar su vida”, afirma tajante Donald Owen, un simpatizante del candidato republicano a la Casa Blanca.
Como muchos de los partidarios del republicano presentes el martes en el primer mitin de Trump desde el segundo presunto intento de asesinato contra él, este jubilado de 71 años de Michigan (norte) “teme” otro ataque contra su ídolo.
Y se ofrece como voluntario “para intentar salvarlo” en caso de tragedia.
Este exempleado de la industria automovilística, entrevistado por la AFP en la pequeña ciudad de Flint, está convencido de que la “vida” del candidato “vale más” que la suya propia.
Viste una camiseta con la efigie de Trump, con el puño en alto y una oreja sangrando, en referencia al primer intento de asesinato contra el millonario en julio.
Owen culpa a “los demócratas”.
“Quieren matar a Trump para que no pueda intentar (conseguir) un segundo mandato”, opina, sin pruebas, este septuagenario.
Una teoría alimentada por el propio candidato republicano, que atribuyó su presunto intento de asesinato del domingo a la “retórica” de su rival demócrata Kamala Harris y del presidente Joe Biden.
– “Dios vela por él” –
“Hacen todo lo posible para detenerlo, porque saben que va a ganar”, añade John Russell, antes de entrar corriendo en el complejo deportivo donde se celebra el mitin.
El cincuentón, con sombrero vaquero y camiseta blanca en la que se lee la palabra “Trump”, confía sin embargo en la capacidad del candidato republicano para sobrevivir a todo porque “Dios vela por él”.
Este habitante del vecino estado de Illinois aprecia tanto el programa y la personalidad del candidato que dedica días de sus vacaciones para asistir a los mítines de Trump.
Con el acto de campaña del expresidente en Michigan (uno de los seis o siete estados que seguramente decidirán el resultado de las elecciones presidenciales del 5 de noviembre) ya lleva 25.
Con Donald Trump, “todo era mejor”, estima este hombre de 53 años. “No hubo guerra y “la frontera estaba cerrada”, enumera.
— “Demasiado odio” –
“Es un hombre del pueblo”, sostiene Rachelle Cooper, quien se prepara para ver por primera vez al hombre al que ha apoyado desde 2016.
¿Le parece peligroso participar en un mitin en los tiempos que corren? “No tengo miedo”, dice esta mujer que trabaja en un juzgado. Para la ocasión viste una camiseta con los colores del equipo de béisbol local.
Hay agentes de seguridad “para que nos sintamos protegidos”, explica Cooper, de 42 años.
Todd Faulkner tampoco “tiene miedo”, pero cree que es hora de que “ambas partes se calmen”.
“Estamos viendo demasiado odio en este momento”, lamenta este votante independiente de 53 años, uno de los pocos que reconoce que Donald Trump también está alimentando el clima de tensión política.
“No me gusta todo lo que dice”, confiesa este hombre, mientras la muchedumbre grita “¡Lucha! ¡Lucha!”.
Pero esto no le impedirá votar por él en las elecciones de noviembre. “Después de dos intentos de asesinato” en dos meses “sigue en pie”, así que “hay que reconocerle el mérito”, zanja.