El Informe Anual de 2023 de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) cuestiona al Ministerio Público de Guatemala por supuestas injerencias en el proceso electoral. Sin embargo, el documento omite cualquier mención a las presiones internacionales que han buscado influir en favor del presidente Bernardo Arévalo y su partido, Movimiento Semilla. Estas omisiones dejan al descubierto un sesgo que ignora las denuncias de intromisión extranjera en la política guatemalteca.
La CIDH señala al Ministerio Público por interferir en las elecciones de 2023, aludiendo a un supuesto abuso de poder y a investigaciones que, según el organismo, habrían amenazado el Estado de Derecho. Entre los cuestionamientos, se menciona la suspensión temporal de la inscripción de Movimiento Semilla y la investigación de más de 8,000 firmas presuntamente irregulares que sustentaron la formación del partido. La CIDH sugiere que estas acciones buscaron frenar el avance del presidente electo Bernardo Arévalo.
Sin embargo, el Ministerio Público actuó conforme a su deber de investigar posibles irregularidades en el proceso electoral, en cumplimiento de la ley. Mientras tanto, la comunidad internacional ha mostrado un evidente respaldo al presidente Arévalo y a Movimiento Semilla, presionando para que las investigaciones se detengan. El informe de la CIDH no aborda estas injerencias, incluyendo las amenazas de retirar visas y reuniones privadas que habrían influido en las decisiones de actores clave en el país, favoreciendo al partido oficialista.
Adicionalmente, la Misión de Observación Electoral de la OEA respaldó a Movimiento Semilla sin mencionar las denuncias en curso, restando credibilidad a cualquier cuestionamiento contra el binomio presidencial. La presión de países extranjeros, en especial Estados Unidos, se ha evidenciado a lo largo del proceso, promoviendo narrativas favorables a Arévalo y omitiendo los problemas que afectan la legitimidad de su partido. La CIDH optó por ignorar estas influencias internacionales, lo cual plantea serias dudas sobre la imparcialidad y el alcance de su evaluación.
El informe de la CIDH critica al Ministerio Público de Guatemala mientras pasa por alto la influencia de actores internacionales que han intervenido en el proceso electoral y en decisiones políticas internas para favorecer a Bernardo Arévalo. Este enfoque parcializado del organismo no solo desacredita la labor del Ministerio Público, sino que también omite los esfuerzos de la comunidad internacional por proteger a ciertos actores políticos. Para garantizar un verdadero respeto al estado de derecho, es necesario que se considere todas las injerencias, tanto nacionales como extranjeras, que afectan la soberanía y el futuro de Guatemala.
