El Tribunal Quinto de Sentencia Penal dictó una condena de ocho años de prisión inconmutable contra César David Reyna por el delito de trata de personas. Reyna fue encontrado culpable de captar mujeres que eran explotadas sexualmente en una casa cerrada denominada «El Escondite de los Placeres», cuya propiedad, según sus propias declaraciones, estaba a nombre de su esposa.
La investigación reveló que César David Reyna desempeñaba un rol clave en la captación y control de mujeres que eran explotadas sexualmente en el establecimiento. Según el Ministerio Público, Reyna engañaba a las víctimas prometiéndoles oportunidades de trabajo legítimas, pero luego eran obligadas a trabajar bajo condiciones de explotación.