A orillas de la carretera Panamericana, en el kilómetro 146 de Zacapa, el vivero de Antonio Ruiz se convierte en un punto de referencia cada temporada navideña gracias al esplendor de las flores de Pascua. Estas icónicas plantas, que florecen en diciembre, son más que un elemento decorativo: representan la renovación y la esperanza que caracterizan esta época del año.
Antonio Ruiz, un productor con más de 20 años de experiencia en el cultivo de plantas ornamentales, ha dedicado sus esfuerzos a mantener la tradición de las flores de Pascua, también conocidas como poinsettias. En su vivero, cientos de estas plantas adornan el paisaje con sus intensos tonos rojos y verdes, creando un espectáculo natural que atrae tanto a compradores locales como a visitantes de otras regiones.
La relación de esta flor con la Navidad tiene raíces culturales y religiosas profundas. Originaria de México, la flor de Pascua fue adoptada como símbolo navideño debido a su apariencia vibrante y su capacidad para florecer en los meses de invierno, lo que refuerza su asociación con el renacimiento espiritual y la esperanza.
El vivero de Ruiz no solo ofrece estas plantas para la venta, sino que también se dedica a compartir conocimientos sobre su cuidado, fomentando el uso de métodos sostenibles para garantizar que cada planta alcance su máximo esplendor.
En Zacapa, la flor de Pascua es más que un adorno; es un reflejo de las tradiciones navideñas que unen a las comunidades en un espíritu de renovación y esperanza. Gracias al trabajo de productores como Antonio Ruiz, estas plantas continúan iluminando los hogares guatemaltecos y fortaleciendo el vínculo entre la naturaleza y las celebraciones de fin de año.