En un hecho histórico para el fútbol español, el Gimnàstic de Tarragona ha presentado una querella penal contra el árbitro Eder Mallo Fernández, quien dirigió el polémico empate 2-2 entre el Nástic y el Málaga el pasado 22 de junio. Este partido, correspondiente a la vuelta de la eliminatoria de ascenso a LaLiga Hypermotion, fue marcado por una actuación arbitral cuestionada por el club tarraconense, que no logró el ascenso tras lo que consideran decisiones perjudiciales para sus intereses.
La querella se basa en los resultados de una investigación realizada por la agencia de detectives Método 3, que asegura contar con pruebas contundentes que implican al árbitro en un comportamiento delictivo. Según la agencia, Mallo Fernández pactó favorecer al Málaga en el partido, lo que, según los informes, habría multiplicado su remuneración hasta cinco veces su sueldo habitual, que alcanzaba los 100.000 euros. La querella también incluye acusaciones de falsedad documental, pues Método 3 sostiene que el árbitro incluyó en el acta arbitral afirmaciones que contradecían los hechos ocurridos en el campo de juego tras el encuentro en el Nou Estadi Costa Daurada.
Este es el primer caso en la historia del fútbol español en el que un club decide presentar una querella criminal contra un árbitro, lo que podría sentar un precedente en la forma en que se gestionan los conflictos relacionados con la arbitrariedad y la integridad de los partidos. Las autoridades judiciales ya están revisando la querella, lo que podría llevar a una investigación formal del incidente.
