En la oficina de Junta Directiva del Congreso se vive un ambiente de tensión, donde legisladores de varias bancadas han expresado su descontento ante el presidente de la Junta Directiva, Nery Ramos, por la gestión del gobierno de Bernardo Arévalo. A pesar del apoyo legislativo brindado, incluyendo una ampliación presupuestaria y otras leyes clave, el malestar generalizado podría poner en riesgo la realización de la sesión solemne donde el mandatario presentará su primer informe de gobierno.
A pocas horas de la sesión solemne programada en el Congreso, donde el presidente Bernardo Arévalo rendirá su primer informe de gestión, la oficina de Junta Directiva del Legislativo se convirtió en el escenario de tensos intercambios entre diputados de diversas bancadas y el presidente de la Junta Directiva, Nery Ramos.
Los legisladores expresaron su inconformidad por lo que consideran una “pobre gestión” del gobierno de Arévalo, a pesar del respaldo que el Congreso le brindó durante el año pasado, especialmente con la aprobación de una ampliación presupuestaria y leyes importantes. Los diputados señalaron la falta de resultados concretos en áreas clave como desarrollo económico, seguridad y transparencia, lo que ha provocado un rechazo generalizado hacia el primer año de gobierno.
La tensión en el Congreso se suma a la incertidumbre sobre si la sesión solemne se podrá llevar a cabo, ya que varios diputados participaron previamente en una reunión privada para decidir si asistirían o no. Algunos legisladores han decidido ausentarse como muestra de rechazo al informe de gobierno, mientras otros manifestaron que asistirán, pero únicamente por respeto al protocolo institucional.