Los guatemaltecos enfrentan un nuevo golpe a sus finanzas con el reciente aumento en el precio del gas propano. Este incremento, que impacta directamente a los hogares y pequeños negocios, se suma al alza de productos de la canasta básica, situación que algunos atribuyen a la reciente decisión del presidente Bernardo Arévalo de aumentar el salario mínimo.
Generalmente los distribuidores de gas han explicado que estos ajustes obedecen a la variación en los costos internacionales del petróleo, así como a la inflación y al aumento de los costos operativos locales. Sin embargo, varios analistas económicos señalan que el reciente incremento al salario mínimo también ha generado una reacción en los precios de diversos servicios y productos básicos, lo que agrava la situación económica de las familias guatemaltecas.
Este aumento en el precio del gas afecta de forma particular a los sectores más vulnerables, donde el cilindro de 25 libras es el más utilizado para actividades esenciales como la preparación de alimentos. Además, pequeños negocios como comedores, panaderías y tortillerías, que dependen del gas para sus operaciones diarias, podrían trasladar los costos a sus clientes.