El secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, calificó al presidente de El Salvador, Nayib Bukele, como un líder proestadounidense, en una reciente entrevista con Fox News. En el contexto de la creciente influencia de China Popular en América Latina, Rubio destacó a Bukele, junto con los mandatarios de Costa Rica, Panamá y República Dominicana, como aliados estratégicos de Estados Unidos. Sin embargo, al referirse al presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, Rubio evitó calificarlo como «proestadounidense», lo que ha generado especulaciones.
Durante la entrevista, Marco Rubio mencionó que Costa Rica y Panamá no necesitan ayuda para contrarrestar la influencia de China, mientras que otros países de la región requieren mayor respaldo de Estados Unidos en formación y fortalecimiento de sus instituciones.
Rubio también criticó la política exterior de la administración Biden, señalando que el actual gobierno ha castigado a aliados proamericanos, en referencia a Bukele, a quien el Departamento de Estado de EE.UU. calificó de «dictador» en 2021.
La relación entre El Salvador y China se consolidó en 2019, cuando Bukele firmó un acuerdo de cooperación con el presidente chino, Xi Jinping, que incluyó la construcción del Estadio Nacional y la Biblioteca Nacional.
En su reciente visita a El Salvador, Rubio discutió con Bukele estrategias para contrarrestar la influencia del Partido Comunista Chino en la región, aunque el mandatario salvadoreño no se pronunció sobre estos temas en sus comunicados oficiales.
Rubio también aseguró que la postura de Estados Unidos sobre Taiwán no cambiará, reiterando que no se permitirá que China se vuelva dominante en la región, un punto clave en la agenda de política exterior del expresidente Donald Trump, quien busca regresar a la Casa Blanca.
La declaración de Marco Rubio reafirma el reconocimiento de Estados Unidos hacia Nayib Bukele como un aliado estratégico, en contraste con la postura del gobierno de Joe Biden, que ha criticado su gestión.
El hecho de que Rubio evitara calificar a Bernardo Arévalo como proestadounidense refuerza la percepción de un distanciamiento entre Washington y el actual gobierno guatemalteco, lo que podría tener implicaciones en las relaciones bilaterales y la cooperación en la región.
Mientras tanto, el papel de China en América Latina sigue siendo un tema de debate, con EE.UU. buscando limitar su influencia en infraestructura, tecnología y economía, en medio de crecientes tensiones geopolíticas.