El ministro de Gobernación, Francisco Jiménez, ofreció una conferencia de prensa para abordar la creciente ola de violencia en el país. Durante su intervención, atribuyó el aumento de ataques armados a factores como los días de pago, los fines de semana y el consumo de alcohol, descartando que se trate de un intento de desestabilización política, tal como lo sugirió el presidente Bernardo Arévalo.
Jiménez explicó que las estructuras criminales están actuando con mayor agresividad, aunque evitó responsabilizar directamente a las políticas de seguridad del Gobierno. Al ser consultado sobre los señalamientos del presidente Arévalo, quien ha insinuado que la violencia es parte de un intento de desestabilización, el ministro afirmó que no cuenta con datos que respalden esa hipótesis.
Por su parte, el presidente Bernardo Arévalo, visiblemente molesto ante los cuestionamientos sobre la crisis de inseguridad, rechazó cualquier posibilidad de destituir a Francisco Jiménez, argumentando que la violencia es un intento de afectar a su gobierno.
Estas declaraciones contrastan con las emitidas en 2024, cuando tanto el presidente como el ministro minimizaban el problema de inseguridad, alegando que se trataba de una percepción ciudadana amplificada por los medios de comunicación. Sin embargo, el incremento en homicidios, ataques armados y extorsiones sigue afectando a la población.
Diferentes sectores políticos han criticado las recientes declaraciones, señalando que el presidente culpa a todos menos a su propia administración, mientras que el ministro de Gobernación ha demostrado incapacidad para contener la crisis. Cabe recordar que Francisco Jiménez ocupó el mismo cargo en el gobierno de Álvaro Colom, pero fue destituido en poco tiempo por su fracaso en el combate a la violencia, situación que parece repetirse en la actualidad.