¿Es está una premisa cierta? El Ministerio de Gobernación con su lista limitada de ideas para combatir la criminalidad ha propuesto la despistolización, es decir privar a los ciudadanos del derecho constitucional de tener y portar armas (art. 38 Constitución Política de la República de Guatemala).
Mientras proponen que hay que aumentar el grado de represión hacía los ciudadanos para aumentar la “seguridad” y la “libertad”, guardan silencio para evitar tener que explicar que la seguridad y la libertad de la que hablan es solamente la del gobierno y que la coacción que pretenden debe aplicarse con exclusividad a todos los demás. ¿Los empleados quieren libertad para coaccionar a los soberanos? O ¿Están ellos en la disposición de renunciar a las fuerzas de seguridad que los protegen y que todos pagamos?
¿Por qué tenemos derecho a portar armas? Históricamente la portación de armas constituye un bastión de la autodefensa ciudadana frente a regímenes autoritarios y por ello es una de las libertades que debemos proteger sin importar si a título personal elijamos tenerlas o no. ¿Por qué los gobiernos tiránicos, dictadores o autoritarios tienen como uno de los primeros síntomas el desarme de la población? La libre tenencia y portación de armas es un bastion para la autodefensa individual y un salvaguarda crucial contra abusos del poder.
Por ejemplo en Estados Unidos el derecho a las armas fue tan fundamental para los fundadores de la República que por ello se estableció en la Segunda Enmienda Constitucional que establece: “el derecho del pueblo a poseer y portar armas no será infringido”. Ese derecho también contenido en nuestra Constitución Política de la República de Guatemala en el artículo 38 establece: “Tenencia y portación de armas. Se reconoce el derecho de tenencia de armas de uso personal, no prohibidas por la ley, en el lugar de habitación. No habrá obligación de entregarlas, salvo en los casos que fuera ordenado por juez competente.” y en la legislación especifica el Decreto 15-2009 Ley de Armas y Municiones, en estas normas no solo se garantiza la seguridad personal, sino que también se protege la libertad de acción de los ciudadanos frente a la tiranía, y que puede ser ejemplificado a lo largo de la historia los casos en los que el desarme fue un primer paso hacia la consolidación del poder absoluto, por ejemplo:
Adolf Hitler en la Alemania Nazi aprobó en 1938 la Ley de Control de Armas que restringía el acceso a las armas por parte de los ciudadanos y entregaba de forma exclusiva este derecho a las fuerzas de seguridad que respondían al poder estatal (policía y militares), con ello se facilitó la instauración de un régimen totalitario (The Waffengesetz: A Brief History – The National Archives of Germany). Joseph Stalin en el Régimen Soviético: Para consolidar el poder del partido bolchevique en 1920, el gobierno comunista tomó la medida de desarmar a los campesinos y trabajadores para asegurar el control absoluto del poder en manos del Estado. Lo que les permitió llevar a cabo purgas y represiones masivas sin que la población tuviera como defenderse y por ende terminaron masacrados por la revolución cultural y las purgas estalinistas (The Great Terror: A Reassessment por Robert Conquest). Hugo Chávez en el Régimen Chavista en Venezuela: En 2012 el régimen prohibió el acceso a armas para los civiles, eso ayudo a consolidar el régimen y hoy, la tasa de homicidios es de 40,4 por cada 100,000 habitantes (de las más altas) esto ayuda a evitar que los ciudadanos se levanten contra el régimen de Maduro (también aposto por el desarme – Críticas y paradojas de una revolución dentro de la Revolución. Sujetos contenciosos en Venezuela, Universidad de Zuila) y que los criminales que no siguen las leyes tengan la facilidad de abusar de un pueblo indefenso.
El derecho a portar armas es esencial para la preservación de la libertad, ya que es el último refugio contra un gobierno que se vuelve tiránico y como se expresa en For a New Liberty, The Libertarian Manifiesto de Murray Rothbard “Si deseamos fomentar una sociedad donde los ciudadanos acudan en ayuda de los vecinos en apuros, no debemos despojarlos del poder real de hacer algo contra el crimen.” (https://mises.org/library/new-liberty-libertarian-manifesto) Las armas no son solo un medio de defensa personal, sino también una forma de proteger las libertades fundamentales frente a un posible abuso.
¿Tenemos derecho a defendernos o debemos esperar a mami Estado? La legitima defensa es una causa de justificación en el derecho penal guatemalteco contenido en el artículo 24 del Código Penal y para el filósofo John Locke la autodefensa es un derecho natural e inherente al ser humano y por ende las personas tienen derecho a defender su vida y propiedad, pero además ha rebelarse contra cualquier gobierno que se convierta en opresor, por tanto el derecho a tener y portar armas no puede ser relegado o restringido sin comprometer la libertad individual (Second Treatise of Government by John Locke https://www.gutenberg.org/ebooks/7370)
Habiendo establecido la importancia de preservar el derecho a tener y poseer armas, vale la pena preguntarse ¿La despistolización o el control estricto de armas disminuye la criminalidad? Un libro interesante ante este planteamiento es el de John Lott en el libro “More Guns, Less Crime” en el que argumenta que aumentar el número de armas en manos de civiles no lleva al incremento del crimen, sino que al contrario tiene un efecto disuasorio sobre los delincuentes porque temen encontrarse con víctimas armadas (https://a.co/d/hg0aeMf). A esto se suma el mito de que quienes poseen armas tienden a concretar conductas criminales, por supuesto que en dicha argumentación excluyen la diferencia entre comprar armas de forma legal o de forma ilegal, ni explican cómo está medida es brutalmente invasiva en los derechos de la persona y la propiedad, lo que seria como asegurar que la gente que no tiene seguro tiende más a accidentarse por el siempre hecho de no pagarlo (cuando hay otros factores), es absurdo, no hay correlación en ninguna de las afirmaciones.
¿Pero se disminuye el crimen? Bueno, está el caso de Reino Unido donde tras la prohibición de armas en 1996 no se observo una baja en los índices de criminalidad sino que el por contrario aquellos que quebrantaban la ley seguían accediendo a armas de fuego de forma ilegal y los crímenes con armas blancas aumentaron un 81% desde 2014. Podemos concluir que desarmar a los ciudadanos no elimina la violencia, sino que únicamente ayuda los criminales en dejar a los individuos desprotegidos.
Cuando veo a los gobiernos girar en dirección a la tiranía recuerdo el planteamiento de muchos defensores de la libertad sobre que el Estado no debería tener el monopolio de la violencia, porque eso deriva en que sea corrupto y opresivo. Por ello la libertad, la seguridad y la justicia solo pueden asegurarse cuando los individuos tienen el poder de defenderse frente a todos los abusos, ya sean cometidos por delincuentes o por el propio gobierno pero es importante entender que la libertad no puede ser entregada por ningún líder debe ser conquistada por cada individuo.
En resumidas cuentas, el derecho a tener y portar armas es un componente básico de la libertad, no solo porque es un medio de autodefensa sino porque también pueden usarse en la preservación de la soberanía frente a los tiranos. Por ello debemos oponernos fervientemente a ser desarmados y así evitar que se consolide un control que intenta reprimirnos.
Si permitimos que vengan por nuestras libertades pronto no podremos hacer frente a la tiranía.