El incremento de la violencia en Guatemala ha trascendido fronteras, convirtiéndose en tema de portada del reconocido medio “Diario El Salvador”, que destacó el preocupante aumento del 31.6 % en los homicidios durante el primer bimestre de 2025. Esta situación deja en mal al país a nivel internacional justo en la antesala del descanso de Semana Santa, cuando miles de turistas salvadoreños planean visitar territorio guatemalteco.
Según el reportaje publicado por Diario El Salvador, Guatemala ha registrado un alarmante repunte en los homicidios, basado en datos oficiales proporcionados por el propio ministro de Gobernación, Francisco Jiménez, quien admitió públicamente que la delincuencia está operando sin contención efectiva por parte del Estado.
El medio salvadoreño destaca que la violencia ha crecido en 31.6 % en comparación con el mismo período del año anterior, lo que ha encendido las alarmas no solo a nivel interno, sino también en países vecinos. En particular, El Salvador ha expresado preocupación por la seguridad de sus ciudadanos, quienes tradicionalmente visitan Guatemala durante las vacaciones de Semana Santa.
La publicación contrasta duramente la situación guatemalteca con la de El Salvador bajo el gobierno de Nayib Bukele, país que —gracias a su política de seguridad— es ahora reconocido como el más seguro de Centroamérica. Mientras tanto, en Guatemala se multiplican los hechos delictivos, desde homicidios hasta extorsiones y secuestros, sin que se perciba una respuesta efectiva de parte del gobierno del presidente Bernardo Arévalo.
Este golpe mediático a la imagen del país representa un serio revés para el turismo, ya que muchas familias salvadoreñas podrían optar por otros destinos regionales, ante el temor fundado de ser víctimas de la creciente ola de violencia que azota Guatemala.
Analistas locales e internacionales coinciden en que la falta de control territorial, la ausencia de presencia policial efectiva y el fracaso en el combate contra las pandillas y estructuras del crimen organizado están dejando a la población a merced del terror y la impunidad.