Esta semana iniciaron los trabajos de restauración en el Palacio Legislativo, sede del Congreso de la República, en medio de críticas y especulaciones por la colocación de láminas metálicas en su fachada. La polémica se desató luego de que la diputada Andrea Reyes señalara en la red social X que estas estructuras se instalaron como medida preventiva ante posibles disturbios durante la Huelga de Todos los Dolores prevista para este viernes. Sin embargo, autoridades del Congreso descartaron dicha versión, asegurando que se trata de una obra de mantenimiento urgente para proteger una edificación histórica afectada por filtraciones.
La arquitecta encargada del proyecto explicó que los trabajos corresponden a la conservación de elementos arquitectónicos clave del Palacio Legislativo, como la terraza, los techos, el frontón y el frontispicio, incluyendo también espacios emblemáticos como el Hemiciclo Parlamentario y la Sala del Pueblo.
El edificio, cuya construcción data de 1934, presenta un deterioro progresivo por humedad, filtraciones y desgaste estructural, lo que motivó la intervención bajo un plan de restauración aprobado por licitación pública.
La contratación del proyecto fue realizada a través del sistema Guatecompras, bajo el NOG 23548126, y contempla un plazo de ejecución de ocho meses a partir de abril de 2025. El Congreso aseguró que los trabajos son necesarios para preservar el valor patrimonial del inmueble, declarado como parte del legado arquitectónico nacional.