Al Gobierno de Arévalo se le esfuman de la mano 110 millones, en este momento enfrenta un serio revés en sus esfuerzos por instaurar un estado de calamidad, tras la inesperada retirada de apoyo de la mayoría de las bancadas aliadas a la Primavera Democrática. Esta decisión marca un momento crítico para la administración, complicando sus planes de manejar la crisis actual mediante medidas extraordinarias. La falta de consenso en el Congreso plantea incertidumbre sobre las próximas acciones del ejecutivo frente a los desafíos que enfrenta el país.