El expresidente y candidato presidencial republicano, Donald Trump, aceptó el desafío de la vicepresidenta Kamala Harris para un debate público. Este evento promete ser un enfrentamiento crucial en las elecciones de noviembre, especialmente en estados clave como Pensilvania, donde ambos candidatos están empatados en las encuestas.
En su primer mitin en Pensilvania desde un intento de atentado contra su vida en julio, Donald Trump anunció que acepta el reto de Kamala Harris de debatir ante las cámaras. Durante el evento, celebrado en el Holland Arena de Harrisburg, Trump invitó a Harris a comparar sus historiales “punto por punto” y criticó las condiciones del acuerdo para el segundo debate, proponiendo que se celebre en Fox News en lugar de ABC News.
La declaración de Trump llega después de que Harris desafiara públicamente al expresidente a enfrentarse en un debate en septiembre. La vicepresidenta hizo esta propuesta en un evento en Atlanta, subrayando la importancia de un enfrentamiento directo en la campaña presidencial.
El contexto político en Pensilvania, un estado crucial y actualmente muy competitivo, añade relevancia a este desafío. Tanto Trump como Harris buscan consolidar su apoyo en este estado, que podría ser decisivo en las elecciones generales.
Mientras tanto, el Partido Demócrata avanza con el proceso de oficialización de Kamala Harris como su candidata a la presidencia, con una votación virtual que se llevará a cabo del 1 al 5 de agosto. La nominación de Harris está asegurada, ya que no enfrenta oposición interna significativa.
