En medio de la grave crisis de seguridad que atraviesa el país, dejando a cientos de familias en luto, el asesinato del influencer conocido como Farruko Pop marca un punto culminante de esta tragedia. Sin embargo, las cámaras de TVGT noticias captaron al ministro de Gobernación, Francisco Jiménez, saliendo en estado de ebriedad y sin poder sostenerse por sí mismo de un establecimiento en zona 14 la noche del jueves. Este hecho evidencia el escaso compromiso del ministro hacia su labor y su indiferencia ante el alarmante incremento de la violencia en el país, embriagándose en un día laboral a pesar de sus compromisos de trabajo.
El ministro Jiménez ha sostenido repetidamente que el aumento de la violencia es solo una percepción de la población o críticas de personas que no comparten las ideologías del gobierno del presidente Bernardo Arévalo. Según sus estadísticas, la situación está bajo control. Sin embargo, la realidad diaria contradice estas afirmaciones: cadáveres encontrados en las carreteras, asaltos constantes y casos dramáticos como la desaparición y asesinato de Farruko Pop demuestran lo contrario. La violencia impera y el ministro, en lugar de estar sobrio y diseñando estrategias de prevención, prefiere beber durante días laborales.
En respuesta al asesinato de Farruko Pop, tanto el presidente Arévalo como el ministro Jiménez han utilizado sus redes sociales para desviar la responsabilidad hacia el Ministerio Público. Esto resulta lamentable, ya que la prevención del delito y la seguridad de la población son responsabilidades directas del gobierno y del Ministerio de Gobernación. Politizar este caso solo parece un intento de cumplir con la agenda del mandatario de destituir a la fiscal general.
Es urgente que el ministro Jiménez y el gobierno tomen medidas serias y efectivas para enfrentar la crisis de seguridad, demostrando un verdadero compromiso con la protección de los ciudadanos y no permitiendo que su inacción y descuido pongan en riesgo la vida de más personas recordándoles a las autoridades que el artículo 2 de la constitución los hace responsables.
ARTICULO 2.
Es deber del Estado garantizarle a los habitantes de la República la vida, la libertad, la justicia, la seguridad, la paz y el desarrollo integral de la persona.
