Miami, Florida – La muerte de Juanita Castro marca el fin de una era y el cierre de un capítulo importante en la historia de la familia Castro. Nacida el 6 de mayo de 1933, Juanita fue una figura destacada en la disidencia cubana. A pesar de apoyar inicialmente la Revolución contra Fulgencio Batista, sus desacuerdos con Fidel Castro comenzaron poco después del triunfo de la rebelión, especialmente por la persecución política a los opositores del régimen comunista.
Juanita Castro mantuvo una relación complicada con sus hermanos Fidel y Raúl, marcada por diferencias ideológicas profundas. Se exilió de Cuba en la década de 1960, inicialmente en México y luego en Estados Unidos, donde obtuvo la ciudadanía en 1984. En Miami, llevó una vida de empresaria y activista, oponiéndose constantemente al régimen cubano.
A lo largo de su vida, Juanita luchó por mantener su independencia y voz crítica, a menudo enfrentando críticas y ataques por su apellido Castro Ruz. A pesar de la muerte de Fidel Castro en 2016, Juanita mantuvo su distancia, eligiendo no asistir a su funeral debido a las profundas divisiones políticas.
Los detalles específicos de su fallecimiento no han sido revelados, pero Collins, en representación de la familia, ha pedido privacidad y anunciado que el funeral se llevará a cabo en privado. La comunidad cubana en el exilio, así como los seguidores de la política cubana, recuerdan a Juanita Castro como una figura emblemática de resistencia y disidencia.
La muerte de Juanita Castro cierra un capítulo importante en la historia política de Cuba y de su notable familia. Su legado como crítica del régimen y defensora de la libertad perdurará en la memoria de aquellos que siguen luchando por la democracia en Cuba.