Los aumentos de precios se moderaron por segundo mes consecutivo en febrero en Argentina, a 13,2%, para un incremento de 276% en un año, en medio de medidas de austeridad adoptadas por el presidente Javier Milei.
La variación del índice de precios al consumidor (IPC) el mes pasado fue menor al 20,6% de enero y al 25,5% de diciembre. En los primeros dos meses del año, los precios subieron 36,6%, detalló el instituto de estadísticas Indec.
Esta cifra es “resultado del trabajo del gobierno nacional para imponer una fuerte disciplina fiscal”, celebró en un comunicado la oficina del presidente argentino, un economista ultraliberal.
Esta “disciplina fiscal” conlleva una reducción del tamaño del Estado, despidos de personal y eliminación de subsidios, en un contexto inflacionario que profundiza la pérdida de poder adquisitivo.
La economía argentina está registrando caídas en la industria, la construcción y el consumo, que se precipitó 13,4% interanual y 6,6% respecto a enero, según la firma Focus Market.
“Argentina está en recesión desde hace 14 meses, pero los últimos cuatro fueron los más intensos. El aumento de precios fue muy fuerte y el consumo se ha derrumbado”, explicó a la AFP el economista independiente Federico Glustein.
Todavía “marzo va a ser muy complicado”, advirtió Milei el lunes al canal LN+, “pero no descarto que en abril haya una fuerte caída de la inflación”.
El lunes, el ministro de Economía, Luis Caputo, se reunió con ejecutivos de cadenas de supermercados para tirarles de las orejas por “la suba desmedida de precios” y reclamar que “los precios de los productos de consumo masivo no reflejan hoy la nueva realidad económica”.
El martes, el gobierno anunció la apertura de las importaciones de productos de la canasta básica a fin de “mejorar la competencia” y apuntalar la baja de la inflación en este rubro y en el de medicamentos.
Milei está determinado a alcanzar este año la meta de “déficit (fiscal) cero” comprometida con el Fondo Monetario Internacional (FMI) al reflotar un programa crediticio por 44.000 millones de dólares.
La semana pasada, el FMI reiteró al gobierno argentino que este ajuste no debe “recaer desproporcionadamente” en los sueldos, las jubilaciones y los sectores más vulnerables.
– Se acabó el ‘stockeo’ –
Pablo Llorens, especialista en consumo de la multinacional de snacks Mondelez International, dijo a una radio local que algunos productos aumentaron hasta 40% y que esto cambió la forma de consumir de los argentinos, quienes solían abastacerse de la mayor cantidad de artículos posibles al recibir sus remuneraciones, como forma de hacer rendir sus salarios golpeados por la inflación.
“Se acabó la estrategia del stockeo ante la inflación que era lo que pasaba hasta 2023. Hoy la gente hace compras muy puntuales”, comentó a Radio Con Vos.
Las divisiones de mayor aumento en febrero fueron comunicación (24,7%), transporte (21,6%) y vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (20,2%); mientras las menores variaciones fueron para recreación y cultura (8,6%) y prendas de vestir y calzado (7,2%), según el Indec.
Un estudio de febrero de la Universidad Católica citado con frecuencia por el presidente ubica la pobreza en casi el 60% de la población, con 10% en la indigencia.
En sus tres meses de gestión, el gobierno lanzó una ambiciosa desregulación de la economía, en busca de reducir al mínimo el rol del Estado, bajar la inflación y alcanzar la estabilidad presupuestaria.
Milei dictó para ello un mega decreto con modificaciones de normas y leyes, pero la iniciativa acumuló decenas de medidas cautelares que cuestionan su constitucionalidad y su capítulo laboral está suspendido por la Justicia.
En paralelo, envió al Congreso una “Ley Ómnibus” de más de 600 artículos que tras arduos debates con aliados y opositores terminó naufragando.
Actualmente, el presidente busca negociar con los gobernadores un “Pacto de Mayo” a través del cual espera conseguir la aprobación de una versión recortada de su draconiano plan de reformas, a cambio de fondos para las provincias.