La Diputada Nadia de León se reunió con representantes del asentamiento “Dios es Fiel” en la zona 7 de Guatemala. El encuentro tuvo como objetivo discutir los protocolos de desalojo para las 83 familias que viven en la zona, muchas de las cuales son vulnerables a deslaves. La comunidad ha expresado su preocupación y sorpresa ante la falta de información y la gestión de la situación por parte de las autoridades.
El asentamiento “Dios es Fiel”, ubicado en una área de alto riesgo en la zona 7 de la Ciudad de Guatemala, enfrenta una amenaza inminente de desalojo. Esta zona es particularmente susceptible a los deslaves, lo que hace que la seguridad de sus residentes sea una prioridad urgente. Sin embargo, la comunidad se encuentra en un estado de incertidumbre debido a la falta de claridad sobre la implementación de los protocolos de desalojo y el origen de la orden.
Los vecinos del asentamiento han manifestado que no estaban informados de que la Municipalidad de Guatemala tenía previsto un protocolo para su retiro y apoyo. A pesar de esto, sorprendentemente, ellos mismos fueron identificados como parte solicitante del desalojo. Esta desconexión entre las acciones de las autoridades y la información proporcionada a los residentes ha generado confusión y desconfianza.
La Diputada Nadia de León, quien es parte de la Comisión de Vivienda, señaló que hasta el momento no se ha determinado quién solicitó la orden de desalojo. Ni la Municipalidad de Guatemala, ni el Estado, ni la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (CONRED) han confirmado su participación directa en esta solicitud. Esta falta de transparencia ha provocado críticas por parte de los residentes, que demandan una explicación clara sobre quién está detrás de estas acciones.
Según informes de CONRED, la Fundación para el Desarrollo de la Vivienda Social Urbana y Rural (FOPAVI) ha invertido 1 millón 300 mil quetzales para apoyar a 31 familias del asentamiento “Dios es Fiel”. Este apoyo financiero está destinado a proporcionar soluciones alternativas de vivienda y mitigar los efectos negativos del desalojo para estas familias. Sin embargo, este apoyo solo cubre una fracción de las familias afectadas, dejando a muchas en una situación precaria.
