GUATEMALA, Ciudad de Guatemala. El Instituto Nacional de Estadística (INE) de Guatemala anunció recientemente una revisión en la metodología para calcular el costo de la Canasta Básica de Alimentos (CBA), generando amplias reacciones y dudas tanto en el ámbito técnico como político.
La nueva estructura de la CBA, que entrará en vigor en enero del próximo año, se basará en el consumo per cápita estimado, según los resultados de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2022-2023. Esta actualización cambia la perspectiva de medición por hogar, utilizada hasta la fecha, a una diferenciación entre zonas urbanas y rurales. Los resultados oficiales ahora se derivarán de una nueva estructura de la población y sus requerimientos energéticos diarios (RED), con un deflactor de precios de 0.928 para hacerlos comparables entre áreas geográficas.
La canasta corta, que define los alimentos básicos, incluirá 62 alimentos en áreas urbanas y 55 en áreas rurales, con un costo promedio mensual de Q531.53 y Q371.57 por persona, respectivamente. La nueva metodología establece varios pasos, como la vinculación de alimentos de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares con los de las Tablas de Composición de Alimentos, la estimación de canastas cortas urbanas y rurales, y ajustes nutricionales basados en los requerimientos energéticos diarios.
Estos cambios han generado múltiples reacciones y posiciones encontradas. Una de las recomendaciones es que los indicadores sean revisados por las nuevas autoridades de gobierno. Se cuestiona la comparación del consumo real de los hogares con los nuevos estándares, y se apunta a la necesidad de adaptar la CBA a los ingresos de cada hogar. La CBA actual considera una familia de 4.77 miembros, mientras que la actualizada se basa en un hogar de 4.4 miembros.
Érick Coyoy, analista de la Asociación de Investigación de Estudios Sociales (Asíes), criticó que la metodología se centre en una sola persona y no en un hogar promedio, lo que puede distorsionar la realidad del consumo de calorías necesarias para vivir.
Además, se planea actualizar los precios de la nueva CBA en enero de 2024, incluyendo la estimación del consumo de alimentos fuera del hogar, lo que no se consideraba anteriormente. El vicepresidente del Banco de Guatemala, Alfredo Blanco Valdés, aseguró que la calidad de la medición está garantizada y que la actualización responde a más de 10 años sin una canasta actualizada, abordando problemas metodológicos previos.
Jorge Benavides de la Fundación para el Desarrollo de Guatemala (Fundesa) destacó la importancia de actualizar el año base para el cálculo del Índice de Precios al Consumidor (IPC) cada 10 años, en línea con los cambios en los patrones de consumo y ocupaciones que generan ingresos. Según la Comisión Económica para América Latina (Cepal), es recomendable tomar como referencia el quintil medio de la población, en lugar de hacer un promedio de todo lo que consumen las personas, para obtener una medida más representativa.
