El papa Francisco murió de un ictus que le provocó coma e insuficiencia cardiocirculatoria irreversible, según su certificado de defunción publicado este lunes por el Vaticano.
«La muerte fue constatada por registro electrocardioterapéutico», dice este documento firmado por el director del departamento de Salud e Higiene del Vaticano, el profesor Andrea Arcangeli.