Este lunes 29 de abril, Guatemala amanecerá bajo la amenaza de bloqueos masivos convocados por CODECA y los 48 Cantones de Totonicapán, organizaciones que han expresado abiertamente su respaldo al presidente Bernardo Arévaloy respondieron a su llamado público a manifestar tras la captura del viceministro Luis Pacheco.
Lejos de actuar como mediador, el mandatario —a quien la Constitución Política de la República en su Artículo 183 le ordena actuar como representante de la unidad nacional— ha respaldado tácitamente estas movilizaciones que afectan la libre locomoción, la economía nacional y profundizan la división social.
Como parte de este respaldo, se ha confirmado que el presidente Arévalo visitará mañana Totonicapán para reunirse personalmente con los líderes de los 48 Cantones, enviando así un mensaje claro de alineamiento político en lugar de priorizar la gobernabilidad y el respeto a los derechos de todos los guatemaltecos.
El antecedente inmediato recuerda que en 2023, bloqueos similares promovidos por estos mismos grupos dejaron más de Q1,200 millones en pérdidas económicas en apenas dos días, afectando sectores vitales como el transporte, la producción industrial, el turismo y el comercio, y golpeando directamente el bolsillo de millones de ciudadanos.
Además de las pérdidas financieras, el país se expone nuevamente a la paralización de actividades esenciales, la interrupción de cadenas de suministro, el desabastecimiento de alimentos y medicinas, y la pérdida de empleos temporales en los sectores más vulnerables.
Mientras la mayoría de los guatemaltecos exige respeto a la ley y a sus derechos básicos, el presidente Arévalo profundiza las fracturas sociales, alejándose de su mandato constitucional y exponiendo al país a una nueva ola de conflictividad.
La visita presidencial a Totonicapán, en medio de bloqueos y parálisis nacional, refleja claramente el abandono del deber de promover la unidad y el respeto institucional, y reafirma el apoyo directo del Ejecutivo a sectores que optan por la presión y la confrontación en lugar del diálogo democrático.