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Al menos 13 personas murieron en el este de Estados Unidos, incluidas 11 solo en el estado de Kentucky, debido a graves inundaciones que se registran hace días y que dejan además a varias personas desaparecidas, informaron el lunes autoridades locales.
«Ahora podemos confirmar 11 muertes debido a este incidente climático», dijo el gobernador de Kentucky, Andy Beshear, en una conferencia de prensa el lunes para dar un balance con dos fallecidos más que el saldo del estado el domingo.
Según Beshear, «esa cifra podría aumentar aún» porque «todo Kentucky fue afectado». El gobernante sostuvo que aún hay «agua estancada por todas partes» y ello obligó al cierre de más de 300 carreteras.
El día anterior había señalado que la mayoría de las víctimas se encontraron atrapadas en sus vehículos bajo la crecida de las aguas.
Las intensas lluvias e inundaciones que anegan el estado convierten el episodio actual en «uno de los incidentes meteorológicos más difíciles que hemos tenido que afrontar», insistió, comparando la situación con la del verano de 2022, cuando 43 personas murieron en las inundaciones, solo en Kentucky.
La tormenta, que combinó fuertes vientos, inundaciones, lluvias y enseguida temperaturas gélidas, azotó a varios otros estados del este de Estados Unidos.
El domingo, una persona murió en Atlanta, Georgia (sureste) debido al mal tiempo. La muerte fue causada por un árbol «extremadamente grande» que fue arrancado de raíz durante una tormenta antes de estrellarse contra su casa, según un funcionario del Departamento de Bomberos local, el capitán Scott Powell, citado por medios estadounidenses.
