La vicepresidenta Karin Herrera reapareció públicamente en la tercera reunión del Consejo Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Conasan), luego de la controversia generada por su salario elevado. El encuentro tuvo como eje principal la situación crítica de desnutrición y enfermedades infantiles en Guatemala, sin que las autoridades presentaran respuestas concretas más allá de justificaciones técnicas y promesas de monitoreo.
Durante la sesión, realizada con la participación de funcionarios de la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Sesan), el Ministerio de Salud Pública, Mides y Agricultura, se confirmó que en 2024 murieron 86 niños a causa de la desnutrición crónica, y miles más se encuentran actualmente en riesgo nutricional severo.
Las entidades estatales reconocieron que los casos han aumentado, aunque atribuyeron este incremento a una supuesta mejora en la capacidad de verificación de los sistemas de monitoreo, sin ofrecer cifras precisas ni una estrategia sólida de intervención inmediata.
Uno de los puntos más polémicos fue la intervención de la secretaria de Sesan, Mireya Palmieri, quien, al ser cuestionada sobre el presupuesto histórico asignado al combate contra la desnutrición, evitó precisar el monto exacto, limitándose a afirmar que se enfocarán en la contratación de personal departamental para continuar con la verificación de casos.
Por su parte, el viceministro de Salud, Donato Camey, repitió que se están haciendo esfuerzos conjuntos interinstitucionales, aunque ninguno de los representantes explicó qué acciones concretas se están ejecutando para prevenir nuevas muertes infantiles por falta de acceso a alimentación básica y servicios médicos.