A cien días de la administración del presidente Bernardo Arévalo, los representantes de los 48 Cantones de Totonicapán expresaron su descontento por no ser incluidos en los espacios de decisión gubernamental. En una conferencia de prensa, leyeron un comunicado donde enfatizaron la necesidad de inclusión de los pueblos indígenas en la gestión actual.
Durante la conferencia, los 48 Cantones recordaron las promesas de campaña de Arévalo, quien había reconocido una “deuda histórica” con los pueblos Mayas, Garífunas y Xincas, comprometiéndose a una gobernanza inclusiva que, según ellos, aún no se ha concretado. El comunicado destacó la importancia de que estos pueblos sean considerados en áreas críticas como la economía, la agricultura, la educación y la salud.
La respuesta del presidente Arévalo no se hizo esperar. En una rueda de prensa posterior, admitió estar al tanto de las demandas de los 48 Cantones y mencionó un “cierto distanciamiento”, invitándolos a participar en distintas mesas de trabajo gubernamentales.
Este conflicto surge en un contexto donde los 48 Cantones fueron actores clave en las manifestaciones que ayudaron a Arévalo a ascender al poder, especialmente durante los bloqueos contra el Ministerio Público. Sin embargo, sus expectativas no se han visto cumplidas en cuanto a asignaciones en ministerios, viceministerios, y gobernaciones, aunque Edgar Benjamín Tuy, líder del grupo, fue considerado para una gobernación.
El descontento de los 48 Cantones refleja un desafío significativo para el gobierno de Bernardo Arévalo, que busca equilibrar su equipo con figuras leales al Movimiento Semilla mientras atiende las demandas de grupos indígenas que jugaron un papel crucial en su elección.
