En un giro significativo en su política exterior, Guatemala votó junto con otros 142 países a favor de la integración de Palestina como Estado de pleno derecho en las Naciones Unidas. Este acontecimiento marca un cambio notable desde su histórica alineación con Israel hacia un apoyo más evidente hacia Palestina.
La votación se llevó a cabo el 10 de mayo durante la Asamblea General de la ONU, donde de los 193 miembros, 143 apoyaron la resolución, nueve votaron en contra y 25 se abstuvieron. Los países que votaron en contra incluyen a Estados Unidos e Israel, junto con Argentina, Hungría y la República Checa, quienes son conocidos por su apoyo continuo a Israel.
La resolución, que fue copatrocinada por países como España, Irlanda, Noruega y Bélgica, otorga a Palestina capacidades superiores a las que poseía como “Estado observador no miembro”. Sin embargo, este nuevo estatus no le concede derecho a voto ni la capacidad de presentar candidaturas en los organismos de la ONU.
Este cambio en la votación de Guatemala se produce después de que en 2023 el país centroamericano reconociera a Palestina como un estado “libre, independiente y soberano”. Este reconocimiento se dio tras haberse abstenido previamente en 2012, cuando Palestina fue elevada a la categoría de “Estado observador no miembro” en la ONU.
La votación en la ONU refleja un giro en la diplomacia guatemalteca y posiblemente en su relación con Israel, aunque se espera que no afecte negativamente los lazos bilaterales. Este evento también se produce en un contexto de movilizaciones locales apoyando a Palestina y críticas hacia Israel, especialmente por organizaciones de izquierda que apoyan al presidente Bernardo Arévalo.