Washington D.C., EE.UU. – En un giro notable en la política de Estados Unidos, la Cámara de Representantes ha formalizado la investigación de juicio político contra el presidente Joe Biden. Esta decisión, tomada el 13 de diciembre, es un reflejo de la creciente tensión entre los republicanos y la administración Biden.
La votación, que terminó con un resultado de 221 a favor y 212 en contra, evidencia una clara división partidista en la Cámara. Todos los republicanos votaron a favor de la resolución. Este paso es considerado por muchos como un aumento en los esfuerzos de los republicanos para exigir la provisión de documentos y testimonios tanto de la Casa Blanca como de la familia Biden.
La medida, de 14 páginas, presentada por el representante Kelly Armstrong (R-N.D.), instruye a los comités de Medios y Arbitrios, de Supervisión y Responsabilidad, y de Asuntos Judiciales de la Cámara a continuar su investigación sobre el presidente Biden. Se le ha escrutado por presuntamente beneficiarse de su tiempo como vicepresidente y después a través de negocios familiares con países extranjeros, incluyendo China, que involucraron a su hijo Hunter Biden.
La respuesta de los demócratas no se hizo esperar. El líder de la minoría de la Cámara, Hakeem Jeffries (D-N.Y.), calificó el resultado como “una vergüenza total y completa.” Por su parte, el presidente Biden ha negado todas las acusaciones, calificándolas de “un montón de mentiras.”
Este desarrollo representa un momento crucial en la política estadounidense, ya que podría tener implicaciones significativas para la administración Biden y para el panorama político en general.
