El 18 de enero de 2024, frente a la Corte de Constitucionalidad en Guatemala, se presentaron dos grupos de manifestantes con posturas opuestas respecto a la resolución emitida por la Corte. Esta resolución ordenaba repetir la elección de la junta directiva del Congreso de la República, un hecho que ha generado controversia y opiniones divididas en el país.
Un grupo de manifestantes argumentaba que la resolución era incompleta y que debería incluir la anulación de la toma de posesión del presidente Bernardo Arévalo y de la vicepresidenta Karin Herrera. Sin embargo, el segundo grupo, que es el foco de este artículo, defendía fervientemente el respeto a la decisión del Congreso y la elección de la junta directiva presidida por el partido Movimiento Semilla.
La tensión entre ambos grupos fue evidente durante la manifestación, con intercambios de palabras y empujones. A pesar de esto, el grupo que respaldaba la resolución de la Corte mostró un firme compromiso con la legitimidad de las decisiones judiciales y la importancia de respetar el proceso democrático en Guatemala.
El apoyo a la resolución de la Corte de Constitucionalidad refleja una parte significativa de la población guatemalteca que busca transparencia y justicia en los procesos políticos y electorales del país. Este incidente destaca la creciente preocupación ciudadana por la integridad de las instituciones democráticas y la necesidad de respetar los fallos judiciales para mantener la confianza en el sistema político.
Tras la confrontación, ambos grupos se retiraron de la Corte, poniendo fin a la manifestación de ese día. Este evento subraya la división política en Guatemala y la pasión con la que los ciudadanos defienden sus convicciones políticas y legales.
