El Ministerio de Finanzas Públicas ha generado controversia con su reciente anuncio sobre la propuesta de ampliar el presupuesto nacional en Q10 mil millones, lo que elevaría el techo presupuestario a Q126,500 millones. Este movimiento ha sido recibido con escepticismo por sectores que recuerdan el lema del actual gobierno, que insistía en que la falta de fondos se debía principalmente a la corrupción. La decisión de solicitar más dinero al Congreso ha levantado críticas y acusaciones de contradicción, pues plantea interrogantes sobre la coherencia entre el discurso previo del gobierno y sus acciones actuales. Detractores argumentan que este pedido contradice el compromiso inicial de eficiencia y transparencia en la gestión de los recursos públicos, poniendo en tela de juicio la promesa de combatir la corrupción sin incrementar el gasto público.