El congreso de Guatemala se vio sacudido el pasado 15 de febrero por un incidente que ha trascendido las paredes del parlamento, alcanzando resonancia nacional. Orlando Blanco, diputado de la bancada VOS, se convirtió en el centro de una controversia al hacer comentarios machistas y despectivos sobre el físico de la diputada Shirley Rivera. El hecho, amplificado por las redes sociales y los medios de comunicación, ha provocado un debate sobre el respeto y la igualdad de género en la política del país.
El incidente comenzó cuando Orlando Blanco publicó en sus redes sociales comentarios despectivos hacia la diputada Shirley Rivera, lo que rápidamente se viralizó, captando la atención de sus colegas y de la opinión pública. Durante la sesión plenaria en el Congreso de la República, el video fue presentado ante el pleno, lo que desencadenó una oleada de rechazo por parte de la mayoría de las diputadas presentes.
Ante la falta de respeto evidenciada, se solicitó al presidente del congreso, Nery Ramos, un voto de censura contra el diputado Blanco. No obstante, Ramos declinó la solicitud argumentando la necesidad de llevar a cabo una investigación previa, conforme al artículo 67 de la ley orgánica del congreso, estipulando un plazo de 10 días para su realización.
Transcurridos más de 20 días desde el suceso, el presidente Nery Ramos no ha emitido ninguna declaración respecto al avance o los resultados de la investigación. Esta demora y falta de acción se percibe especialmente crítica en el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, interpretándose como una posición adversa hacia las mujeres miembros del congreso.
La controversia generada por los comentarios machistas del diputado Orlando Blanco contra la diputada Shirley Rivera ha puesto de relieve la importancia de la pronta y adecuada respuesta institucional ante tales conductas. La inacción del presidente del Congreso, Nery Ramos, refleja un desafío significativo para el respeto entre legisladores, marcando un precedente preocupante en la lucha contra la discriminación y el acoso en los espacios de poder.
