Un grupo de congresistas estadounidenses ha enviado una carta al Secretario de Estado Antony Blinken, expresando preocupación por las acciones de presión ejercidas sobre el Congreso de Guatemala. Esta situación surge en un contexto de tensiones políticas incrementadas por la iniciativa del presidente Bernardo Arévalo de reformar la Ley Orgánica del Ministerio Público, que incluye la potencial destitución de la fiscal general Consuelo Porras.
La carta, firmada por varios miembros republicanos del Congreso de los Estados Unidos, cuestiona directamente las intervenciones de la administración estadounidense en asuntos legislativos guatemaltecos, sugiriendo que estas acciones podrían socavar la relación entre ambos países y afectar negativamente la percepción de Estados Unidos en la región. Los congresistas argumentan que dichas intervenciones contravienen los principios de soberanía y democracia, y podrían estar orientadas a favorecer agendas ideológicas específicas.
Los firmantes de la carta han pedido clarificaciones sobre varias cuestiones, incluyendo posibles amenazas de sanción a legisladores guatemaltecos que no apoyen las prioridades del presidente Arévalo, el financiamiento de ONG para promover cambios ideológicos, y reuniones entre funcionarios estadounidenses y miembros del Congreso guatemalteco en la Embajada de EE. UU.
Esta carta plantea interrogantes significativos sobre la conducta diplomática de Estados Unidos y su impacto en las políticas internas de Guatemala. Al solicitar respuestas claras y directas antes de un plazo establecido, los congresistas estadounidenses buscan ejercer su rol de supervisión sobre el poder ejecutivo, asegurando que las acciones internacionales de su gobierno reflejen los valores democráticos y respeten la autonomía de las naciones.