Unas 300 personas fueron detenidas en la intervención policial contra manifestantes en universidades neoyorquinas como Columbia, corazón de las protestas propalestinas que se han extendido por Estados Unidos, anunció el alcalde de Nueva York que acusó a personas ajenas al centro de querer sembrar el “caos”.
“Aproximadamente 300 personas fueron detenidas en la Universidad de Columbia y el City College”, dijo este miércoles el alcalde Eric Adams, en una conferencia de prensa rodeado de funcionarios del Departamento de Policía de la ciudad (NYPD).
De ellos, 109 en Columbia y 173 en City College.
“Estamos procesando las detenciones para distinguir entre los estudiantes (del centro) y aquellos que no deberían haber estado en el campus”, dijo Adams, que acusó a estos últimos de “convertir las protestas pacíficas en actitudes perversas antisemitas y anti Israel”.
“Sabíamos y vimos que había gente a quien (…) lo único que le importaba era sembrar el caos”, dijo, antes de subrayar que “no hay lugar para el odio en la ciudad”.
La rectora de la prestigiosa universidad, Minouche Shafik, solicitó el martes, por segunda vez en menos de dos semanas, la intervención policial para desalojar a un grupo de estudiantes que habían ocupado un edificio del campus, el Hamilton Hall, en la madrugada del martes, y desmantelar las carpas erigidas en los jardines por estudiantes propalestinos.
Decenas de policías antidisturbios entraron desde un camión grúa por una ventana del segundo piso de este edificio para detener a la treintena de manifestantes atrincherados que exigían al centro que cortara todos los lazos con Israel y las empresas que se benefician de la guerra contra el movimiento palestino Hamás en la Franja de Gaza.
El alcalde se congratuló de que “no hubo heridos ni enfrentamientos violentos” en una operación “organizada y tranquila”.
Según el comisionado de la policía neoyorquina, Edward Caban, los detenidos han sido acusados de cargos de allanamiento de morada, daños a la propiedad pública y robo.
“Vamos a dejar que el sistema de justicia penal haga su trabajo”, dijo Caban, antes de señalar que las universidades trabajaron durante semanas con los manifestantes para resolver la situación y restablecer el orden en sus campus de manera pacífica.
“Pero una vez que quedó claro que la seguridad pública era una preocupación real, especialmente después de que los manifestantes agravaran la situación irrumpiendo en un edificio universitario, se llamó a la policía de Nueva York para que hiciera su trabajo”, enfatizó.
La Universidad de Columbia ha sido el epicentro en las últimas dos semanas de unas protestas que se han propagado por otros centros universitarios del país, planteando un desafío a las autoridades administrativas que intentan equilibrar los derechos de libertad de expresión con las quejas de que las concentraciones han derivado hacia el antisemitismo y el odio.
En un comunicado emitido por Columbia la víspera, la administración subrayó que la respuesta era contra “las acciones de los manifestantes, no su causa”.