En un trágico desenlace, el cuerpo sin vida de Jairo Noé Chocón Teque, conocido miembro de una pandilla, fue hallado con múltiples impactos de bala en unos cañales de Santa Lucía Cotzumalguapa, Escuintla. Chocón Teque era buscado por las autoridades tras ser señalado como el responsable del brutal asesinato de su hijastro de cuatro años, Rudy Francisco Baches Ordóñez, cariñosamente conocido como “Paquito”.
Jairo Noé Chocón Teque, un individuo con un extenso historial criminal y vinculado a una peligrosa pandilla, había estado evadiendo la justicia después de ser acusado del asesinato de su hijastro, Rudy Francisco Baches Ordóñez, ocurrido el 10 de junio en Chimaltenango. “Paquito”, como era llamado por sus seres queridos, sufrió una muerte violenta y fue encontrado con signos de severos golpes, lo que conmocionó a la comunidad local y generó una ola de indignación y tristeza.