Joviel Acevedo, líder del sindicato de maestros, ha denunciado que tanto él como otros miembros del sindicato han recibido amenazas de muerte a raíz de la publicación del Ministerio de Educación sobre la confidencialidad del pacto colectivo. Las amenazas han llegado directamente a sus teléfonos, lo que ha llevado a Acevedo y sus compañeros a presentar una denuncia ante el Ministerio Público y a buscar protección en la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH).
Denuncia de Amenazas: Joviel Acevedo informó que él y varios miembros del sindicato de maestros han sido objeto de amenazas de muerte tras la publicación realizada por el Ministerio de Educación. Según Acevedo, las amenazas han sido enviadas directamente a sus teléfonos móviles, lo que ha incrementado el temor entre los sindicalistas.
Origen de las Amenazas: Acevedo afirmó que las amenazas provienen de grupos afines al gobierno, conocidos como “netcenteros” y “callcenteros”, quienes se sienten protegidos y han dejado sus nombres y números telefónicos al realizar las amenazas. Esto ha sido interpretado por Acevedo como una señal de que estos individuos operan con una sensación de impunidad.
Acciones Legales y de Protección: En respuesta a estas amenazas, Acevedo y otros miembros del sindicato se presentaron ante el Ministerio Público para realizar la denuncia correspondiente. Además, han anunciado su intención de acercarse a la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH) para denunciar las amenazas y solicitar medidas cautelares que garanticen su integridad física.
Compromiso con la Lucha Sindical: A pesar de las amenazas, Acevedo ha declarado que el sindicato no abandonará su lucha por los derechos laborales de los maestros. Señaló que, incluso ante la escalada de amenazas de mensajes a actos de persecución física, como la sufrida por un miembro del sindicato que fue seguido por un pick-up, los sindicalistas no dejarán el país ni cesarán en su defensa de los derechos de los maestros.
Preocupación por la Seguridad: La situación ha generado una gran preocupación entre los miembros del sindicato y sus familias. Las amenazas de muerte y la persecución física son vistas como una grave escalada en la intimidación y el acoso contra los defensores de los derechos laborales.