Y no es por la situación del invierno que está afectando la infraestructura vial de los últimos días. Es una situación que debe ser preocupación de quien tiene a su cargo la inversión pública. Al menos mantener el sistema de carreteras terrestres; dentro de ellas que estén funcionando la red de carreteras primarias y secundarias.
Según datos del Banco de Guatemala, en 2022 los 10 bienes y servicios que más se produjeron representaron el 40.2% del total producido, siendo en forma descendente, los siguientes: servicios de comercio, suministro de comidas y bebidas, alquiler de viviendas, edificaciones residenciales, la enseñanza privada, servicios de telecomunicaciones y radiodifusión, intermediación financiera, servicios de construcción, obra de ingeniería civil y transporte de carga terrestre. Al menos seis relacionados directamente con la necesidad de disponer de un sistema de comunicación terrestre funcionando, aunque indirectamente a todas, que aportaron a la economía Q 487.4 mil millones.
Ante la pregunta de cómo se puede esperar que la economía de los guatemaltecos supere el 3.2% de crecimiento real estimado para el presente año, si lo que más se produce son actividades comerciales, que sumaron Q195,661.6 millones, el 16.2% del total de la producción nacional.
A ello agreguemos el 4.1% por suministro de comidas y bebidas y 2.9% por servicios de enseñanza privada, para cuya provisión a los consumidores, es vital disponer de una red de comunicación terrestre tanto para distribuir alimentos, como para facilitar el acceso de padres de familia, estudiantes y maestros a los centros de estudios.
El crecimiento del 1.5% de la población guatemalteca en 2020 según el INE, presiona para que cada año, más guatemaltecos demanden alimentos y servicios de educación; por ello no es cuestión del invierno 2024, es cuestión que debe haber una estrategia estatal para abordar este fenómeno a mediano plazo. La solución inmediata ya no es suficiente, el Ministerio de Comunicaciones es la entidad pública creada para liderar dentro del gobierno de turno, la actualización de esa estrategia (porque siempre se dice que hay, y si hay, que se divulgue), porque de lo contrario, los servicios de carga que representan el 1.6% de la producción total nacional, no podrán producir más de Q 19,189.9 millones producidos en 2022 y muchos guatemaltecos tendrán limitaciones para obtener sus insumos para producir, muchos guatemaltecos estarán expuestos a recibir productos más caros por el incremento de precios que los transportistas tendrán que trasladar al consumidor para mantener sus negocios.
Lo mismo estará pasando para los guatemaltecos productores de obras de ingeniería civil, quienes ofrecen al mercado Q 19,957.0 millones y a los productores de edificaciones residenciales, quienes tampoco podrán crecer más de Q40,428.7 millones ocurrido en 2022. Sólo ambos representan el 5.0% de la producción bruta nacional y en conjunto, cinco veces más de lo que ofrecen en promedio cada uno de los 152 productos que se producen en Guatemala. Se dimensiona que sus proyectos estarán en riesgo de no ser factibles porque los consumidores no podrán adquirir más obras de esa naturaleza por lo oneroso del traslado a los mismos.
La estrategia en esta materia debe ser consensuada hoy para concretar sus metas intermedias; 2024 es un año más que se perderá, si no se cohesiona toda la administración pública para lograr ese objetivo, si no se consolidan fuentes de financiamiento para asegurar su ejecución, pero, antes que nada, que los proyectos estén identificados y planificados como debe ser.
