El 21 de junio recién pasado la vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo hizo pública la nueva relación diplomática de su país. Después de haber seguido los pasos de Costa Rica al establecer relaciones diplomáticas con la República Popular de China en 2021 y de haber hecho lo mismo con Corea del Norte en mayo de 2023 y con Irán en junio de ese mismo año, no sorprendió a los nicaragüenses que su nueva embajada la establecieran con un país como Afganistán.
Sin embargo, la lectura de estas relaciones diplomáticas, establecidos con países atípicos para los centroamericanos, ya que éstos mantienen tradicionalmente la tendencia marcada de gravitar hacia países del bloque occidental como EUA y sus aliados, no debe hacerse de manera superficial ni se deben tampoco subestimar los motivos de las mismas como un simple “gravitar hacia los países no alineados” como que si se prefiriese hacer amistades con los “chicos malos del barrio”.
Considero que esa apreciación está totalmente alejada de la realidad. Creo que hay mucho de fondo, especialmente mucha estrategia geopolítica y mucha planificación a largo plazo detrás de estas acciones.
Pero para encontrar la lógica, debemos primero considerar lo que está sucediendo en el mundo, desde una perspectiva geopolítica. Se sabe que después del colapso de la Unión Soviética en 1991, el mundo paso de la bipolaridad a la unipolaridad, siendo los EUA el hegemón indiscutible. Este país utilizó su gran influencia política y económica para rodearse de países afines, sobre quienes desarrolló una fuerte influencia, dentro de los que resaltan aquellos reunidos en la UE. Con éstos y otros países que se alinearon bajo su hegemonía, conformaron el bloque conocido como Bloque Occidental o Bloque Atlántico, buscando el apoyo estratégico, para “perpetuar” la hegemonía occidental.
Sin embargo, dicha hegemonía no duró mucho, ya que en el tercer milenio China comenzó a consolidarse como un competidor serio por el liderazgo mundial. Esta nación, al igual que lo hizo EUA, rodeándose de países afines en Occidente, fue artífice de una alianza a la que llamaron BRICS. Como sus siglas lo indican, Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica conformaron la base fundacional de esta organización, que en la actualidad se ha ampliado hasta contener casi la mitad de la población mundial y el 39% del PIB del planeta. A la fecha, el concierto de países afines a esta agrupación ha sobrepasado al Bloque Occidental no solo en población y productividad, sino en desarrollo tecnológico (medido en número de patentes registradas), ritmo de crecimiento económico e índice de gasto militar, con lo que se constituye como un segundo eje polar en el mundo, eliminando la unipolaridad y regresando a la bipolaridad.
Sin embargo, un tercer bloque también se ha estado conformando, quizás de una forma menos visible, y con un elemento aglutinador distinto. Este bloque es el generado por el mundo musulmán. Como su nombre lo indica, este es un bloque cuya identidad la proporciona la religión musulmana. Sin embargo, como en la religión cristiana, existen diversas vertientes que tienen centros geográficos en países distintos. Este factor ha sido el único que ha impedido que el bloque musulmán se haya consolidado de la manera que lo han hecho los BRICS.
El mundo musulmán se aglutina principalmente alrededor de los principios religiosos dictados por 2 países de Oriente Medio, Arabia Saudita e Irán, que casualmente son acérrimos enemigos entre sí. Sin embargo, un tercer país del Oriente Medio también se ha alzado con significativo liderazgo, en este caso por su riqueza económica. Este es el caso de Qatar, el cual posee el fondo de inversión soberano más grande del mundo.
Estos tres países conforman las cabezas visibles de la religión con más adeptos del mundo. Sus estrategias no han sido tan visibles como las del Bloque Occidental ni del bloque de los BRICS, pero han logrado posicionarse dentro una gran parte del mundo occidental y dentro de algunos de los países BRICS como minorías cada vez más representativas. Han llegado incluso a infiltrarse dentro de países occidentales de tal manera que ya cuentan con altos puestos de gobiernos locales y nacionales de países como el Reino Unido y Francia.
Con base en lo expuesto, se pueden considerar 3 polos principales en el planeta, lo que haría que el mundo sea ahora multipolar. Cada uno de estos polos necesita saber como interactuar con los otros dos, de manera de poder continuar con el crecimiento económico pacífico en una convivencia armoniosa. Sin embargo, esto está lejos de ser una realidad. Cada uno de ellos pretende asegurarse el control de los recursos limitados del planeta para beneficio de sus ciudadanos, a pesar de que esto sea nocivo para los ciudadanos de los otros dos grupos.
Con esto dicho, volvamos a Nicaragua. Para entender mejor su rol dentro de esta dinámica global, debemos comprender qué representa para los bloques. En primera instancia, como factor geográfico, Nicaragua se encuentra en las proximidades de los EUA. Esto le da beneficios logísticos ya que sus productos pueden llegar de manera rápida al mercado norteamericano. También le da beneficios militares, ya que al igual que con el despacho de sus productos, la distancia para objetivos militares es también corta, para una plataforma de cualquiera de los enemigos de EUA.
Asimismo, políticamente Nicaragua se encuentra en una posición antagónica a la posición de los EUA, lo que hace que sea un factor desestabilizador dentro de los países de la región, quienes sí tienen una relación de alineación con el país norteamericano.
Esto no ha pasado desapercibido para los otros dos bloques, siendo el primero en reaccionar el grupo BRICS. Nicaragua tiene relaciones diplomáticas con Rusia (inicialmente la URSS) desde 1979. Asimismo, China logró virar la política nicaragüense al respecto de Taiwán en 2021, cuando Nicaragua rompió relaciones diplomáticas con Taiwán para iniciarlas con este país. Y más recientemente, Nicaragua ha establecido relaciones con otros países afines a BRICS como Irán y Corea del Norte.
En cuanto al bloque musulmán, es importante comenzar diciendo que Qatar ha logrado labrarse un espacio a través de sus enormes recursos financieros, generados por su liderazgo en el mercado mundial de gas natural. Con estos recursos ha podido maniobrar independientemente de sus vecinos cercanos de los Emiratos Árabes, Kuwait, Omán y Dubai, así como de sus vecinos mayores Arabia Saudita e Irán, a pesar de haber tenido que resistir presiones regionales significativas que los tuvieron sumidos en bloqueos comerciales por años.
Pero, ¿Por qué es importante Qatar en este relato? Pues es por demás interesante observar que Qatar ha fungido como un padrino de Afganistán para permitirle retornar a la comunidad de naciones. De hecho, en 2021 fue Qatar quien presionó a las Naciones Unidas para que sostuvieran en Doha una reunión para analizar la situación de ese país, justo cuando EUA se retiraba de allí.
Adicionalmente, luego de que el gobierno de facto afgano tuvo que abandonar las infraestructuras dejadas atrás por EUA, como aeropuertos y demás, fue Qatar quien envió técnicos y administradores para reactivar todos los servicios. De hecho, en este mes de junio se realizaron los primeros vuelos internos entre los 3 aeropuertos de Afganistán, con aviones de la flota comercial afgana, gracias a la ayuda recibida de Qatar.
Con esto en mente, cabe notar que Nicaragua acaba de establecer relaciones diplomáticas con Qatar el 21 de mayo recién pasado. Y justamente un mes después, el 21 de junio, se anuncia el inicio de relaciones diplomáticas con Afganistán. ¿Casualidad? Puede ser. Sin embargo, es más posible que Nicaragua esté buscando aproximarse a Qatar, quien obviamente tiene interés en que su ahijado Afganistán sea aceptado en la comunidad internacional donde solo otros 4 países lo han hecho. Es importante mencionar que el primero de estos países fue China.
Con esto último en consideración, existe la posibilidad que el esfuerzo de acercamiento al bloque musulmán, liderado por Qatar, sea dirigido por China quien está entrelazando magistralmente las interrelaciones entre sus países aliados.
¿Cuáles son los riesgos para los nicaragüenses? Actualmente exportan alrededor de US100 millones a EUA. Puede que se pudiesen enfrentar a sanciones económicas sobre la base que ese país considera al gobierno de facto Talibán un grupo terrorista internacional. Muy posiblemente también verán endurecidos los requisitos migratorios a EUA, toda vez que el libre acceso de Afganistán a Nicaragua, sin requisitos de visado, podría ser considerado como una puerta abierta para el paso de terroristas de esa región hacia EUA.
En la región centroamericana, los esfuerzos de integración para conformar un bloque económico, a través de iniciativas como el Sistema de Integración Centroamericana (SICA) se podría ver mermados también, especialmente porque este año la presidencia pro tempore está en manos de Nicaragua. Y seguramente también, todos los pasos migratorios hacia el norte en los países vecinos a Nicaragua (El Salvador, Honduras y Guatemala), así como los mexicanos, se verán endurecidos por los mismos motivos.
Ahora bien, si, por el contrario, esta apertura a los otros bloques le resulta favorable a Nicaragua, el rebalse del “Farshoring” (concepto opuesto al “nearshoring” de EUA) de producción colocada en dicho país para alcanzar los mercados norteamericanos por los países de los bloques lejanos, como China, Rusia e incluso Qatar, podría terminar siendo recibido por sus países vecinos. Quizás el punto con el que los quiero dejar en esta oportunidad es que, estemos o no de acuerdo con la decisión de Nicaragua, tenemos que reconocer que su gobierno es claro y contundente con sus decisiones. No son tibios ni se van a medias tintas. Decidieron una ruta estratégica para su país y han marchado sin vacilaciones por ella. Sea que la ruta sea correcta o equivocada, es otra historia, pero al menos lo hacen clara y contundentemente.