Una fuente a lo interno de la SAAS que prefiere permanecer en el anonimato, ha puesto en tela de juicio el uso de recursos de la Secretaría de Asuntos Administrativos y de Seguridad (SAAS) en el gobierno de Bernardo Arévalo. A pesar de las promesas de cambio, se ha conocido que se brinda seguridad a los hijos de la Primera Dama Lucrecia Peinado, que no tienen parentesco con el presidente, y que funcionarios como Santiago Palomo, actual Secretario de Comunicación, siguen gozando de beneficios cuestionables.
La administración del presidente Bernardo Arévalo, que prometió una línea diferente a la de sus predecesores, se encuentra bajo escrutinio tras la difusión de información sobre el uso de recursos de la SAAS. En particular, ha causado polémica el hecho de que se brinde seguridad a los hijos de la Primera Dama, Lucrecia Peinado, quienes no son hijos biológicos del presidente Arévalo. Este hecho ha generado dudas sobre la justificación y el manejo de los recursos públicos destinados a la seguridad.
Además, se ha sabido que Santiago Palomo, quien fuera el comisionado contra la corrupción y ahora funge como Secretario de Comunicación, continúa recibiendo seguridad de la SAAS. Palomo, cuya oficina en el Palacio Nacional es relativamente pequeña, mantiene este beneficio, lo que ha despertado críticas sobre el uso adecuado de los recursos de seguridad del Estado.
La SAAS, organismo que ha sido objeto de controversias durante varias administraciones, también ha sido cuestionada recientemente por incurrir en gastos de alimentos gourmet, incluyendo carnes finas, vinos y quesos importados. Estos gastos se realizaron supuestamente para satisfacer los gustos culinarios del presidente Arévalo. Anteriormente, el ex Secretario de Comunicación, Haroldo Sánchez, había defendido los alimentos suministrados por la SAAS como parte de las necesidades diarias de los elementos de seguridad.
Estas revelaciones contrastan fuertemente con las críticas que el partido gobernante, Movimiento Semilla, había lanzado contra la administración anterior de Alejandro Giammattei. Durante su campaña, Giammattei prometió cerrar la SAAS, una promesa que no cumplió y que ahora parece repetirse bajo la nueva administración, con el organismo siendo utilizado para proveer seguridad a familiares y amigos, así como para compras cuestionables.
Las críticas no se han hecho esperar, con diversos sectores de la sociedad cuestionando la coherencia del gobierno de Arévalo con sus promesas de campaña y la transparencia en el manejo de los recursos públicos. La confianza en la administración actual podría verse afectada si no se toman medidas claras para abordar estos cuestionamientos y asegurar un uso adecuado y justificado de los recursos del Estado.
