El 13 de agosto, el Congreso de Guatemala aprobó una ampliación presupuestaria impulsada por el Ejecutivo, con 110 votos a favor, a pesar de las denuncias de sobornos y prácticas ilegales en el proceso. Ahora, dos meses después, la ciudadanía se pregunta dónde están los resultados prometidos.
Proyectos Estancados y Falta de Mantenimiento en Carreteras
A pesar de los fondos adicionales aprobados, las obras de infraestructura siguen sin avanzar. El kilómetro 44 de la autopista Palin-Escuintla, que debía beneficiarse de estos recursos, continúa en estado de abandono, al igual que muchas otras carreteras. Desde hace más de tres meses, los guatemaltecos han esperado mejoras en las condiciones de estas rutas, sin ver cambios significativos.
En una citación reciente, el Viceministro de Cultura reveló que gran parte del presupuesto de su ministerio se ha destinado a ampliar su propia nómina, que ha pasado de 2,100 a más de 5,000 plazas en un año. Esto significa que los fondos se han usado principalmente para cubrir nuevos sueldos, en lugar de destinarse a proyectos culturales o deportivos que beneficien a la población.
Gasto Público Cuestionable y Sin Transparencia
Los informes muestran que en lugar de inversiones estratégicas, el presupuesto adicional se ha usado en gastos cuestionables, como carros blindados, carnes de alta gama y el mantenimiento de piscinas presidenciales. La ciudadanía se siente frustrada al ver que, mientras las necesidades básicas están desatendidas, los fondos parecen desviarse hacia lujos para funcionarios.
Ante esta situación, la pregunta es inevitable: ¿dónde está el dinero? Los guatemaltecos exigen transparencia y que estos recursos se utilicen para el beneficio de la población.
El destino de la ampliación presupuestaria sigue siendo un misterio, con pocas inversiones visibles que justifiquen el gasto. La falta de resultados ha generado dudas y una creciente demanda de rendición de cuentas, mientras los ciudadanos esperan que el Ejecutivo actúe con responsabilidad y cumpla con las promesas hechas a la nación.
