El presidente de Taiwán, Lai Ching-te, dijo el viernes que la isla no cederá ni una pulgada de su territorio, reivindicado como propio por China.
Las declaraciones de Lai tuvieron lugar durante una visita a las islas Kinmen, situadas a poca distancia de China, para conmemorar el 75º aniversario de una victoria ante las fuerzas comunistas.
“No cederemos ni una pulgada de terreno en Taiwán, Penghu, Kinmen y Matsu para defender firmemente nuestra patria”, dijo Lai en un discurso, en referencia a las distintas islas controladas por Taipéi.
Sin mencionar directamente a China, el presidente taiwanés insistió en que “ninguna fuerza exterior” podrá cambiar el futuro de las islas.
Estos actos conmemorativos siguen a varios días de intensa actividad militar en el estrecho de Taiwán, donde hace diez días China movilizó un amplio número buques y aviones en unas enormes maniobras militares.
Esta semana, ambos bandos han organizado ejercicios militares con fuego real en las aguas que separan ambos territorios.
China y Taiwán se gobiernan separadamente desde que las tropas comunistas vencieron en 1949 a los nacionalistas del Kuomintang y estos huyeron en esta isla, ahora convertida en una democracia.
Aunque el Partido Comunista nunca ha gobernado Taiwán, Pekín reivindica su soberanía sobre su territorio y no descarta usar la fuerza para tomar su control.