El Gobierno de Guatemala aclaró este jueves 26 de diciembre que no ha aceptado ni negociado recibir migrantes deportados de otros países centroamericanos, como se mencionó en una reciente publicación de la agencia de noticias Reuters. A través de un comunicado, el Ministerio de Relaciones Exteriores (Minex) desmintió rotundamente la información que circuló sobre la disposición de Guatemala para recibir a ciudadanos de la región que sean deportados desde Estados Unidos.
El comunicado enfatizó que, aunque se han sostenido “constantes acercamientos preliminares” con el equipo de transición del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, en ningún momento se ha pactado ni discutido la recepción de migrantes deportados de Centroamérica. “Es falso que el Gobierno de Guatemala haya aceptado recibir migrantes deportados de otros países de la región”, señaló la Cancillería en su pronunciamiento.
El Minex aclaró que, aunque la relación entre Guatemala y Estados Unidos atraviesa un momento de “oportunidad histórica” para fortalecer la cooperación en diversos temas, incluyendo el ámbito migratorio, no ha habido reuniones oficiales con la nueva administración estadounidense en las que se haya abordado específicamente este tema.
El comunicado subraya que, aunque Guatemala no ha formalizado acuerdos al respecto, está “abierta a una discusión respetuosa” sobre temas migratorios, sin embargo, remarcó que no se han dado pasos concretos en esa dirección.
Este desmentido llega luego de que la agencia Reuters publicara una nota en la que indicaba que Guatemala habría mostrado su disposición para recibir a migrantes deportados de otros países centroamericanos como parte de una nueva estrategia de cooperación con Estados Unidos bajo la administración de Trump. La información fue rápidamente desmentida por las autoridades guatemaltecas, quienes aclararon que no hay ningún acuerdo de esa naturaleza en vigor.
El Gobierno guatemalteco también aprovechó para reiterar que, a pesar de la buena voluntad para seguir fortaleciendo la relación con Estados Unidos, cualquier avance en temas migratorios debe ser resultado de un diálogo y acuerdo respetuoso entre ambas naciones.