Estamos a escasos días de cumplir un año de la segunda vuelta electoral, y analizar los escenarios actuales con referencia a la presidencia de Bernardo Arévalo es lo procedente. Ha pasado un año calendario y es importante analizar la percepción del guatemalteco. ¿Se mantiene la faceta de apoyo y simpatía de esos primeros días o ha cambiado?
Todos recordamos esas promesas de amor hacia el electorado y que no vale la pena ahondar en ellas, mas que una simple enumeración: Bajarse el sueldo desde el primer día de su presidencia, rebajarse el sueldo los funcionaros de su gobierno, la canasta básica, ataque a la corrupción, combatir la delincuencia, y un largo etcétera. ¿Usted podrá pensar al llegar a este punto de la lectura, si son promesas cumplidas o rotas?
¿Valió la pena salir a votar el 20 de agosto de 2023? .Como derecho ciudadano considero que vale la pena ejercer ese derecho. Dicho derecho al voto esta consagrado en la Constitución de nuestro país y protegido por la misma, aunque no hay que confundir ese derecho con los registros y actas que registran el mismo. ¿Este tema será desarrollado en una próxima oportunidad, ya que hoy lo que nos atañe, es respondernos la pregunta de que si realmente valió la pena o no?
La población se pregunta si valió la pena o no, por la sencilla razón de que en el país no se notan ni perciben soluciones inmediatas a las necesidades de la población, sino que al contrario hay una serie de reproches de la población con relación a las promesas de campaña que Arévalo predicó por todo el país y por sus redes. Sumado a lo anterior hay actos de gobierno que solo han encontrado rechazo o reproche, tales como: Pedir Estados de Calamidad Publica por incendios que pronto la lluvia las apagó, luego otro por exceso de lluvias que la sequía evitó, una AMPLIACION presupuestaria de Q14,500 millones que se sumarian al presupuesto 2024 de más de Q16 mil millones y que aun no avanza a pesar de los señalamientos de compras de voluntades por Q10 millones para cada interesado; pretender un presupuesto de Q148 mil millones para el 2025 sin tener mayor ejecución y señalamientos de saber o poder hacerlo, esa es la otra pato aventura que falta saber su final. Y finalmente la joya de la corona que es el endeudamiento de $1,400 millones de dólares para adultos mayores, chapuces de escuelas, medicinas y olvidan que existe un presupuesto definido en cada ministerio de gobierno; aunque el interés del 6% que son casi $84 millones está corriendo y que pagaremos padres, hijos y nietos.
A todo lo anterior las preguntas de dónde se guardarán los $1,400 millones equivalentes a Q11,800 millones de quetzales, es lo que flota en el ambiente. 1) ¿Los guardarán en Europa 2) Los guardarán en el Banco de Guatemala, o 3) Los guardarán en otro Banco más re-bonito? PIÉNSELO