El gobierno del presidente estadounidense demócrata Joe Biden acusó este viernes a Texas, gobernado por un republicano, de haber impedido el acceso de la patrulla fronteriza a un sector de la frontera con México por donde transitan los migrantes.
El gobernador de Texas Greg Abbott, simpatizante del expresidente republicano Donald Trump, desafía abiertamente la autoridad del gobierno de Biden, al que acusa de haber causado una crisis migratoria en la frontera.
En diciembre, un tribunal federal de apelaciones prohibió a la patrulla fronteriza dañar el alambre de púas instalado por Texas cerca de la ciudad de Eagle Pass, en el Río Grande (llamado Río Bravo en México), a no ser que lo justifique una emergencia médica.
El Departamento de Justicia acudió a la Corte Suprema para intentar revocar esta sentencia, pero esta semana la Guardia Nacional de Texas comenzó a instalar más alambre de púas, afirmó la asesoría jurídica de la administración Biden, Elizabeth Prelogar, en un recurso enviado este viernes a la máxima instancia judicial del país.
“Los nuevos alambres, cercas y puntos de acceso bloqueados prohíben efectivamente a los agentes de la patrulla fronteriza acceder o acercarse a la frontera a lo largo de este tramo de 2,5 millas”, o sea 4 km, afirma en el documento, que acompaña de fotografías.
En este tramo figura la zona de Shelby Park donde se encuentra una rampa para botes desde donde la patrulla fronteriza lanza sus lanchas y un “área de preparación” donde comienza a inspeccionar a los migrantes que intercepta en el lugar, precisa.
Además se queja de que los agentes no pueden colocar camiones móviles de vigilancia, lo que les resta visibilidad.
De este modo Texas ha impedido que la patrulla fronteriza “vigile la frontera para determinar si un migrante requiere la ayuda de emergencia”, advierte la asesora jurídica.
Prelogar lo califica de “escalada de medidas por parte del estado de Texas para bloquear la capacidad de la patrulla fronteriza de patrullar o incluso vigilar la frontera y estar en condiciones de responder a emergencias”.
Como consecuencia vuelve a pedir que se anule la decisión de la corte de apelaciones.
– “Disparar” a migrantes –
Abbott está en el ojo del huracán por unas declaraciones realizadas en un programa de radio de Dana Loesch, exportavoz de la Asociación Nacional del Rifle (NRA).
“Desplegamos todas las herramientas y estrategias que podemos”, dijo. “Lo único que no estamos haciendo es disparar a la gente que cruza la frontera porque, por supuesto, la administración Biden nos acusaría de asesinato”, agregó en la entrevista que se hizo viral.
En un comunicado, la cancillería mexicana afirmó este viernes que “reprueba y expresa su absoluta preocupación a cualquier tipo de expresión que inste a actos violentos y a la deshumanización de la comunidad migrante”.
No es el primer desencuentro entre Abbott y México.
El país latinoamericano ya protestó por las boyas y el alambre de púas colocados en el río Grande y por una ley de Texas que criminaliza a los migrantes que entren de manera irregular en ese estado fronterizo al permitir detenerlos.
La crisis migratoria provoca fuertes tensiones entre los republicanos y los demócratas en Estados Unidos, que van en aumento a medida que se acercan las elecciones presidenciales de noviembre.
Trump, posible rival de Biden en esos comicios, arremete contra los migrantes en casi todos sus mítines para la nominación republicana y ha llegado a decir que “envenenan la sangre” de Estados Unidos.
Tanto Abbott como Trump son partidarios de levantar un muro a lo largo de la frontera con México y de expulsar masivamente a los migrantes, muchos de ellos latinoamericanos que huyen de la violencia y la pobreza.