La cárcel de Matamoros, ubicada en la zona 1, se encuentra bajo un intenso dispositivo de seguridad tras una serie de disturbios iniciados por los reclusos. Los incidentes se desencadenaron a raíz del traslado de varios pandilleros desde la cárcel Canadá de Escuintla, generando tensión y alteraciones del orden dentro del establecimiento penitenciario.
El Sistema Penitenciario, responsable de la gestión de la cárcel de Matamoros, ha enfrentado desafíos significativos debido a la composición de la población reclusa, predominada por individuos sindicados de narcotráfico. La llegada de los pandilleros trasladados ha exacerbado las tensiones existentes, desencadenando acciones por parte de los privados de libertad que han comprometido la seguridad y el orden interno de la cárcel.
La implementación de un fuerte dispositivo de seguridad en las afueras del centro carcelario refleja la seriedad de la situación y el esfuerzo de las autoridades por contener y resolver los disturbios. La respuesta a estos eventos es crucial para restablecer la estabilidad y garantizar la seguridad tanto de los reclusos como del personal del centro y la comunidad circundante.
