La ola de violencia que asola Guatemala se ha cobrado la vida de dos hombres trabajadores en una mañana marcada por la delincuencia y la impunidad. Los asesinatos de Jorge Mario Pérez Rodas, un taxista de 57 años, y de Ismael Yucuté Segura, un albañil de 38 años, subrayan la grave situación de seguridad que enfrenta la población guatemalteca.
Jorge Mario Pérez Rodas comenzó su jornada laboral en las primeras horas de la madrugada, sin saber que sería emboscado por sicarios en la zona 8 de la ciudad. El ataque no solo terminó con su vida sino que también dejó herido de gravedad a un pasajero, víctima colateral de este acto de violencia. Este crimen se enmarca en el contexto de las constantes extorsiones que sufren los taxistas por parte de grupos criminales, cuyas operaciones parecen coordinarse desde las cárceles del país.
Casi simultáneamente, en Aldea El Manzano, Santa Catarina Pinula, Ismael Yucuté Segura fue asesinado cuando hombres armados intentaron robarle su motocicleta. Al resistirse, Yucuté Segura fue acribillado, dejando en evidencia la audacia con la que actúan los criminales, capaces de quitarle la vida a un ciudadano por meros objetos materiales.